20 alimentos buenos para el hígado

El aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados, especialmente el ácido oleico, que ayudan a mejorar el perfil lipídico y a prevenir la acumulación de grasa en el hígado. También tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios que protegen al hígado del estrés oxidativo y la inflamación. El aceite de oliva puede mejorar la sensibilidad a la insulina y la función hepática en pacientes con hígado graso.

No te pierdas nuestro artículo sobre el aceite de oliva y sus beneficios para tus músculos.

El aguacate es una fuente de ácidos grasos monoinsaturados, especialmente el ácido oleico, que ayudan a mejorar el perfil lipídico y a prevenir la acumulación de grasa en el hígado. También tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios que protegen al hígado del estrés oxidativo y la inflamación. El aguacate puede mejorar la sensibilidad a la insulina y la función hepática en pacientes con hígado graso.

El ajo es un alimento que ayuda a mejorar el funcionamiento del hígado, ya que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que protegen a este órgano de los daños causados por los radicales libres y las sustancias tóxicas. Además, el ajo contiene alicina, un compuesto que estimula la producción de enzimas hepáticas que facilitan la eliminación de las toxinas del cuerpo. Se recomienda consumir el ajo crudo o machacado para aprovechar mejor sus beneficios.

Es rica en antioxidantes, como cinarina y silimarina, que ayudan a proteger al hígado de daños que pueden causar los radicales libres, además de aumentar la producción de bilis, reducir la producción de colesterol y estimular el crecimiento de nuevas células sanas en el hígado.

Los arándanos son una de las frutas con mayor contenido de antioxidantes, como las antocianinas, que tienen propiedades antiinflamatorias y hepatoprotectoras. Los arándanos pueden ayudar a prevenir el daño hepático causado por el alcohol, los virus o las toxinas, al neutralizar los radicales libres y modular la expresión de genes involucrados en la inflamación, la fibrosis y el crecimiento celular. También pueden mejorar la respuesta inmune y reducir el riesgo de infecciones hepáticas.

El brócoli es una verdura que contiene kaempferol, un flavonoide con acción antiinflamatoria y anticancerígena que previene la inflamación y el daño celular en el hígado. Asimismo, el brócoli es rico en glucosinolatos, unos compuestos que aumentan la producción de enzimas hepáticas que desintoxican el organismo. El brócoli se puede consumir crudo, cocido al vapor o salteado, pero sin excederse en la cocción para no perder sus propiedades.

El café puede ofrecer alguna protección contra enfermedades hepáticas como el cáncer de hígado, la cirrosis o el hígado graso, ya que tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que reducen el daño celular y la inflamación en el hígado. Además, el café ayuda a aumentar la producción de enzimas hepáticas que desintoxican el cuerpo.

¿Sabías que un café después del desayuno es mejor para el metabolismo?

La coliflor es rica en glucosinolatos, unos compuestos azufrados que estimulan la producción de enzimas hepáticas que desintoxican el cuerpo de sustancias nocivas. También contiene indol-3-carbinol, un metabolito que tiene efectos anticancerígenos y antiinflamatorios sobre el hígado. Además, la coliflor es una buena fuente de fibra, vitamina C y folato, que contribuyen a la salud hepática.

La cúrcuma es una especia con un alto contenido en curcumina, un compuesto con potentes efectos antioxidantes, antiinflamatorios y anticancerígenos. La curcumina puede proteger al hígado de diversas agresiones, como el alcohol, los virus o las toxinas, al neutralizar los radicales libres y modular la expresión de genes involucrados en la inflamación, la fibrosis y el crecimiento celular.

Los espárragos son ricos en glutatión, un antioxidante que ayuda a eliminar las toxinas del hígado y a protegerlo del daño celular. También contienen inulina, una fibra prebiótica que favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino y mejora la salud hepática. Además, los espárragos tienen un efecto diurético que ayuda a eliminar el exceso de líquidos y sales del cuerpo.

El huevo es una fuente de proteína de alta calidad que aporta aminoácidos esenciales para la síntesis de proteínas hepáticas, como la albúmina o las globulinas. También contiene colina, un nutriente que participa en el metabolismo de las grasas y previene su acumulación en el hígado. Además, el huevo tiene selenio, un mineral con propiedades antioxidantes que protege al hígado del daño oxidativo.

Cuántos huevos puedo comer cada día: ¿es malo comer muchos?

El jengibre es una raíz con múltiples beneficios para la salud, entre ellos, mejorar la función hepática. El jengibre tiene compuestos activos como el gingerol o el shogaol, que tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antifibróticos sobre el hígado. El jengibre puede ayudar a reducir los niveles de colesterol, triglicéridos y enzimas hepáticas elevadas en pacientes con hígado graso o hepatitis.

El limón es un cítrico que tiene un alto contenido en vitamina C, un potente antioxidante que ayuda a neutralizar los radicales libres y a prevenir el daño celular en el hígado. Además, el limón tiene un efecto alcalinizante y depurativo, lo que favorece la eliminación de las toxinas y las grasas del organismo. Se recomienda beber agua con limón en ayunas o añadir zumo de limón a las ensaladas o infusiones.

La manzana es una fruta que también favorece la salud del hígado, pues es rica en fibra, vitamina C y pectina, una sustancia que ayuda a reducir el colesterol y las grasas que se acumulan en el hígado. La manzana también tiene efecto diurético y depurativo, lo que contribuye a limpiar el hígado y los riñones. Se aconseja consumir la manzana con piel, preferiblemente verde, para obtener más fibra.

La nuez de Brasil es un fruto seco que destaca por su alto contenido en selenio, un mineral que, como se ha mencionado, tiene propiedades antioxidantes y protectoras del hígado. Además, la nuez de Brasil también contiene omega-3, magnesio, zinc y vitamina E, nutrientes que contribuyen al buen funcionamiento del hígado y al fortalecimiento del sistema inmunitario. Se aconseja consumir unas 2 o 3 nueces de Brasil al día, preferiblemente crudas y sin sal.

El salmón es un pescado azul que aporta omega-3, un ácido graso esencial que tiene efectos beneficiosos para el hígado, ya que reduce la inflamación, previene la acumulación de grasa y mejora la resistencia a la insulina. El salmón también es una fuente de proteína de alta calidad y de selenio, un mineral que actúa como antioxidante y protege al hígado del estrés oxidativo. Se recomienda consumir el salmón fresco o congelado, evitando los ahumados o enlatados.

Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre el salmón.

Las setas son una fuente de beta-glucanos, unos polisacáridos que tienen propiedades inmunomoduladoras y hepatoprotectoras. Los beta-glucanos pueden estimular la actividad de las células del sistema inmune que combaten las infecciones y los tumores en el hígado. También pueden reducir la fibrosis hepática y la inflamación al inhibir la producción de citoquinas proinflamatorias.

Contiene catequinas, unos compuestos polifenólicos que tienen propiedades antioxidantes y hepatoprotectoras. El té verde ayuda a prevenir el daño celular causado por los radicales libres y a reducir la inflamación hepática. También puede ayudar a prevenir o tratar el hígado graso al inhibir la acumulación de lípidos en el hígado.

El yogur es un alimento fermentado que contiene probióticos, es decir, microorganismos vivos que benefician la salud intestinal y sistémica. Los probióticos pueden mejorar la función hepática al regular la microbiota intestinal, que influye en el metabolismo de las sustancias que llegan al hígado. También pueden modular la respuesta inmune y reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el hígado.

Es rica en carotenos, unos pigmentos vegetales que se convierten en vitamina A en el organismo. La vitamina A tiene un efecto beneficioso sobre el hígado al mejorar su capacidad regenerativa y su función desintoxicante. Además, los carotenos también tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen al hígado del estrés oxidativo y la inflamación.