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Hace aproximadamente un año, Kristen Hollinghaus Seninger, de 24 años, compró una cinta de correr bajo el escritorio para poder caminar mientras trabajaba en su apartamento de San Francisco. "No me gusta El chaleco de hidratación más buscado para andar ocho horas seguidas. Así que quería añadir la cinta de andar a mi rutina, ya fuera caminar un par de horas al día o un par de horas a la semana", explica Hollinghaus Seninger a Runner's World US. "Sólo quería ver si mejoraba mi estilo de vida".
De momento, la joven ha conseguido mejorar mucho su vida con el teletrabajo. Después de hacer unos cuantos kilómetros, Hollinghaus Seninger siente como tiene un mejor estado de ánimo y mucha más energía durante todo el día, sobre todo, dice, cuando sufre ese típico un bajón vespertino.
Pero el pasado 26 de octubre, Hollinghaus Seninger quiso ir más allá y aumentó la distancia caminando: recorrió media maratón durante su jornada laboral. Así que pensó, ¿por qué no intentar un maratón completo antes de fin de año? "Quería volver a hacer una locura, me apetecía", cuenta Hollinghaus Seninger. "La gente corre maratones todo el tiempo, así que me dije, Y me propuse hacer los 42,195 km caminando durante mi jornada laboral. Y me propuse hacer los 42,195 km caminando durante mi jornada laboral".
Hollinghaus Seninger documentó su maratón en un reciente vídeo viral en TikTok. Sobre las 8:15 de la mañana, se ató Términos de uso al pie izquierdo y empezó a caminar. Aparte de algunas pausas para comer o ir al baño, caminó de forma continuada durante tres horas y cuatro minutos, registrando la friolera de 12,23 millas (19,6 km). Pero después de la primera sesión, experimentó su primer obstáculo. "Empezó a salirme una ampolla en el talón", explica. "Pero después de ponerme una tirita, la verdad es que me sentí mucho mejor".
Tras un merecido descanso, Hollinghaus Seninger volvió a la carga. Hizo otra hora en la cinta de correr para sumar un total de 15,75 millas (más de 25 km). Aunque la mayor parte de la maratón había quedado atrás, aún le quedaban kilómetros por recorrer. "Me dolían los pies, claro, pero no tanto como pensaba. Pensé que después no podría mover las extremidades. Sin embargo, me sorprendió lo bien que me sentía".
Tras un descanso en el kilómetro 31, Hollinghaus Seninger se puso una lista de reproducción y recorrió los últimos kilómetros. Cruzó la imaginaria línea de meta a las 16:39, con 42,5 kilómetros y 47.877 pasos. Cansada, se tumbó en el sofá toda la noche y se acostó pronto. Hollinghaus Seninger dice que la larga caminata la hizo aún más productiva de lo habitual, sobre todo porque se vio obligada a estar delante del ordenador todo el tiempo. Incluso asistía a reuniones mientras caminaba. De hecho, sus compañeros ya están acostumbrados.
Una vez superado el maratón, Hollinghaus Seninger tiene en mente un reto aún más difícil: "Me he planteado caminar de costa a costa con mi cinta de caminar. Obviamente, no estaría caminando físicamente de costa a costa, pero podría hacer un seguimiento de mi kilometraje y hacer actualizaciones semanales de lo lejos que he caminado". ¿Y correr un maratón físicamente? "Siempre he querido correr una, pero me resulta difícil comprometerme con todo el entrenamiento que requiere. Pero sin duda está en mi lista de deseos".
