Llevamos semanas e incluso meses hablando sobre la falta de productos para fabricar móviles, hasta ordenadores, consolas y vehículos, pero no son ni serán los únicos. Las zapatillas de running y demás material deportivo también se verán afectados por la crisis de producción y distribución que está golpeando a todos los sectores en varios puntos del planeta por la pandemia de la COVID-19.
Con una concentración tan elevada de la producción industrial en una parte muy concreta del planeta, el diagrama de causa y efecto ha quedado más que evidenciado. Los motivos son varios y llevarán a que haya problemas de abastecimiento en la oferta no puede satisfacer las necesidades de la demanda y por tanto elevan el precio y algunas marcas deportivas ya han afirmado que tendrán problemas en los tiempos de espera.
La demanda continúa creciendo
"Nos hemos puesto a todos a querer consumir a los niveles previos a la pandemia, pero la oferta no puede acomodarse al mismo ritmo, sino que lo tiene que hacer paulatinamente porque si tú cierras la planta de producción, pero cuando tiene que recuperar los niveles y las contrataciones lo hace de manera más lenta de lo que la demanda se recupera. Y eso genera un primer punto de tensión, porque la oferta no puede satisfacer las necesidades de la demanda y por tanto elevan el precio.", nos explica Gonzalo Gómez Bengoechea, profesor de Economía en la Universidad Pontificia de Comillas.
Un claro ejemplo está en el gigante estadounidense Nike que en este año ha conseguido obtener los mejores resultados económicos de su historia (calificados como "impresionantes resultados" desde la marca). "La demanda de Nike por parte de los consumidores continúa siendo la más alta de todos los tiempos y confiamos en que nuestras fuertes relaciones con los consumidores y el dinamismo de la marca se mantengan", admiten.
Atascos en el transporte
No sólo es un problema en la cadena de producción a causa de la COVID-19, también en la Solo 35€ y son las zapatillas más cómodas para empezar que desplacen los productos desde las fábricas asiáticas a otras partes del mundo, en los elevados costes del transporte y que por tanto repercute en los tiempos de espera. Si hace dos años el transporte marítimo entre China y Estados Unidos llevaba una media de 40 días, ahora se tarda una media de 80 porque básicamente hay menos barcos que antes de la pandemia. También ocurre lo mismo con el precio del transporte marítimo, por ejemplo, si antes tenía un coste de entre 1.500 y 1.800 dólares, tras la pandemia, esta cifra se ha incrementado prácticamente por cinco, entre 12.000 y 14.000 dólares.
"Como todo el mundo quiere mandar de golpe todo lo que produce al mismo tiempo y no hay sitio en los barcos, lleva un tiempo encontrar espacio para todo eso. Además, los puertos asiáticos están cerrándose de manera habitual ante los brotes de covid-19", nos explica Bengoechea, que además añade un tercer dilema. "Ya en muchos países europeos estamos teniendo problemas de reparto por falta de camioneros, por lo que básicamente también hay posibilidades de que haya menos repartidores". Por lo que estos tiempos de tránsito mayores, provocarán que lleguen tarde a las tiendas y haya una escasez de existencias.
Pero en Nike, por ejemplo, ya conocían estos problemas. "Previmos que los tiempos de tránsito serían elevados durante el resto del ejercicio de 2022. Las semanas de producción perdidas, unidas a los mayores tiempos de tránsito, provocarán una escasez de existencias en el mercado durante los próximos trimestres", han afirmado a través de un comunicado. A ello, además, se suma el efecto rebote que hay en los precios.
Aumento de precios
Estas dificultades consiguen crear un cuello de botella en el proceso de producción haciendo que "sea aún más lento y se carezca". "El problema de las cadenas de valor que si tienen las zapatillas o los textiles es que vienen del otro lado del mundo. Cuando tienes que montar una zapatilla o un producto que tiene de materias primas de 5 o 6 países diferentes, todo este proceso se encarece, se ralentiza y llega más caro y lento y en menor cantidad al consumidor final que lo demanda” cuenta el experto.
A esto se le añade también los costes de la mano de obra y la energía. "Son factores estructurales que van relacionados con esta crisis de suministros. Los salarios en esas regiones del mundo siguen siendo mucho más baratos que los europeos o los americanos, aunque poco a poco empiezan a subir. Y eso también influye en la carestía y en la falta de suministros. Estas redes capilares de distribución también se alimentan o gobiernan gracias a los combustibles y a las energías que por razones de diferentes estándares incrementan sus precios".
¿Cómo les afecta la crisis de suministros a las grandes marcas deportivas?
La escasez de producto es lo que realmente están notando las marcas deportivas. Nike y Adidas ya han alertado de que el cuello de botella en la producción y la distribución de sus zapatillas se puede alargar hasta la primavera. Mientras que New Balance y Saucony han trasladado parte de su producción a las fábricas que tiene en otras partes del mundo para ir adelantando trabajo y satisfacer esas necesidades de demanda, aunque reconocen que sufrirán tiempos de espera.
"La pandemia ha generado y sigue generando una profunda crisis en la cadena productiva y logística de dimensiones desconocida hasta ahora. Fabricas cerradas durante meses, escasez de materia prima, prioridad logística para el material de uso hospitalario por evidentes razones humanitarias… y un largo etc., han generado una situación de efecto ‘embudo’ que llevará mucho tiempo estabilizar", nos dicen desde NB.
Sin embargo, minimizarán este daño con su producción en Occidente. "Somos una empresa muy diversificada en la fabricación, con 5 fábricas en Estados Unidos y una en Inglaterra, por ejemplo, que a mayores ha sabido implantar una rápida replanificación de las producciones, con lo que aún afectándonos como a todo el mercado, estamos logrando minimizar lo máximo posible el efecto de esta situación".
En el caso de Saucony, la marca de Estados Unidos reconoce que ha sabido reaccionar a tiempo y rápido. "Hemos adaptado nuestro calendario de lanzamientos a estas nuevas fechas, seguimos en época de cambio y pandemia y hemos aprendido a ser mucho más flexibles, aunque somos conscientes de que tendremos ligeros retrasos en las entregas durante los dos primeros meses en algunos modelos", afirman.
¿Cuándo llegará la normalidad?
Como en la vida en general, es difícil predecir eso, aún más con la pandemia aún latente en todo el mundo, pero el economista Bengoechea responde con optimismo. "Es difícil decir una fecha, pero lo lógico es pensar que a lo largo de 2022 las cadenas de producción deberían ir retornando a una cierta normalidad". Sin embargo, las marcas de deporte no lo son tanto porque creen que alcanzar esa normalidad previa a la pandemia les costará unos meses más.
"La intención y las previsiones son que 2023 sea un año parecido a nivel operativo anterior a la pandemia, bien porque la situación se vaya normalizando o bien porque la experiencia ganada en estos 2 años nos va a permitir lidiar y encarar estas particularidades de forma más eficiente", nos afirman desde New Balance España. Palabras en las que coincide Nike y además admite que esperan para 2022 " una fuerte demanda del mercado y que supere la oferta disponible".
¿Habrá zapatillas de running para todos en 2022?
Cuando le preguntamos al experto en economía si encontraremos zapatillas para correr en nuestra tienda de confianza en los próximos meses, su respuesta es clara y nos avisa: "Es difícil saberlo. Pero parece que esas presiones, desde luego en precio, se van a notar y lo veremos también en stock. Pero es probable, porque quienes conocen más estos temas dicen que sí, que puede haber un problema de abastecimiento".
Por lo que si estás pensando ya en comprarte unas zapatillas para correr, hazlo cuanto antes, porque el año que viene puede ser que no las encuentres y además van a costar aún más. O echa un vistazo al listado de las mejores ofertas que habrá en el próximo Black Friday en precio, se van a notar y lo veremos también en.
Carlos es experto en calzado y demás equipamiento deportivo. Se pasa la vida corriendo y probar zapatillas se ha convertido en parte de su trabajo desde que llegó a Runner’s World en verano de 2019. No tiene ni idea de cuántos pares ha podido llegar a probar en un mismo año. Ah, y calza un 7,5 US (o un 40,5 en Europa). Sirve igual para un roto que para un descosido. Lo mismo testa y prueba las últimas zapatillas para correr del mercado que el reloj deportivo de moda para runners, pasando por cortavientos, riñoneras o unos auriculares para tus carreras… También te puede ayudar a encontrar una cinta para correr, una bicicleta estática o una elíptica.
También tiene la capacidad de crearte necesidades. Es especialista en encontrar las mejores ofertas de Nike, Adidas, Asics y el resto de las marcas deportivas más (y menos) populares. Pero también le gusta trastear en las redes sociales para estar al tanto de los prototipos de zapatillas o ser espectador de las maratones para saber cuál es el modelo que llevan los atletas de élite y contarlo en Runner’s World. O entrevistar a los que más saben de este mundo tan loco de las zapatillas de running. Vamos, un friki de las zapatillas en toda regla (y con orgullo, porque no decirlo). Aunque también le gusta pasarse parte de su tiempo viajando, por eso un par de zapatillas de running nunca faltan en su maleta para descubrir nuevos lugares a golpe de zancada, además de que se pasa corriendo carreras de 10k y medias maratones por España y parte del mundo. ¿Su próximo objetivo? Correr un maratón por primera vez.
Carlos Jiménez se graduó en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid allá por 2018 y desde entonces se ha especializado en medios de comunicación digitales, trabajando en revistas de estilo de vida y webs de actualidad. Desde la redacción de Fuera de Serie (Unidad Editorial) cubriendo temas de moda y belleza y lujo, hasta en la web de Mediaset mientras visionaba ‘El programa de Ana Rosa’. Con más de 5 años de experiencia, lleva desde 2019 relacionado con Runner’s World, pero también con Men’s Health y Women’s Health donde también se explaya sobre equipación deportiva.