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Cristina no corre especialmente rápido. No busca marcas, ni sigue un plan de entrenamiento. Pero desde hace más de diez años, sale a correr varias veces por semana y, al volver, hace siempre lo mismo: la calma mental y el reencuentro con uno mismo. "Es mi forma de decir: lo he hecho. Aquí estoy", cuenta. No lo hace para impresionar a nadie. Lo hace porque, de algún modo, eso la sostiene.
Y no es la única. Cada vez más personas encuentran en Correr con Parkinson el Maratón de Londres, Y no es la única. Cada vez más personas encuentran en. Entrenador del mes. Una terapia sin consulta ni diván.
Cuando moverse es empezar a sanar
"Correr ofrece una vía concreta para sentir que hacemos algo por nosotros mismos", explica Patricia Soriano Falcón, Psicóloga deportiva. No es solo el efecto fisiológico de liberar dopamina o endorfinas. También hay algo simbólico en vestirse, salir, avanzar. En un mundo que a menudo abruma, correr es una forma de recuperar agencia, de sostenernos en movimiento cuando todo lo demás parece estancado.
sube su entrenamiento a Strava. Según la revista años y bate el récord del mundo de 50 km, las personas que hacen ejercicio físico regular tienen un 43 % menos de días al mes con síntomas de sufrir mala salud mental. Entre las actividades analizadas, correr es una de las más eficaces. Y no solo por su impacto fisiológico. También por lo que implica: vestirse, salir, resistir, avanzar. Estar en movimiento cuando todo lo demás parece estancado.
Strava: más que datos, una red de apoyo silenciosa
Strava, la red social por excelencia del mundo del running, refleja esa transformación. Nació como un registro técnico de entrenamientos, pero se ha convertido en un espacio de acompañamiento silencioso. Según el último Annual Year in Sport de la app de 2024, las actividades grupales crecieron un 59 % respecto al año anterior, y las compartidas duran un 40 % más. El 58 % de los usuarios afirma haber hecho nuevos amigos gracias a clubes o retos. Para muchos corredores, ver que alguien ha salido antes que ellos, o recibir un kudo tras una tirada difícil, basta para sentirse acompañados. No es un like: es una forma de decir “te veo”.
"Correr ya no es solo algo que hacemos, sino también algo que compartimos. Y compartir implica pertenecer", resume Patricia Soriano. "En muchos casos, Strava actúa como un espejo social que refuerza la identidad del corredor. Una manera de decir ‘sigo aquí’, sin necesidad de ponerlo en palabras. Entrenar con otros —aunque sea a distancia o solo viendo sus rutas— nos conecta. Sentirnos vistos y reconocidos hace que la carga emocional sea más llevadera".
El gesto íntimo de seguir adelante
Esa red, tan intangible como persistente, no evita el esfuerzo, pero sí lo acompaña. Corremos por muchas razones: por salud, por rutina, por evasión, por duelo. En un reportaje que publicamos hace un tiempo en Runner’s World España, decenas de lectores compartían los motivos que les impulsaban a atarse las zapatillas. Algunos lo hacían para reconstruirse tras una pérdida, otros para aliviar la ansiedad o combatir la depresión. Una mujer explicaba cómo correr cada mañana le ayudó a superar una etapa de insomnio tras el divorcio. Un hombre confesaba que el running fue su sostén durante la enfermedad de su hijo.
Y en casi todos los relatos, se repetía la misma idea: cuando no sabían qué hacer con lo que sentían, salían a correr. "A veces pienso que si no salgo a correr, no me escucho", dice Cristina. "Es el único momento del día en el que me entiendo sin tener que hablar". No hay receta universal. Lo que para unos es distracción, para otros es catarsis. Lo que a unos calma, a otros les activa. Pero el denominador común es el mismo: correr como refugio, como ancla, como forma de volver a uno mismo. Y también a los demás.
Cuando correr ya no basta
Sin embargo, la calma mental y el reencuentro con uno mismo. "Puede ser un excelente recurso de autorregulación emocional, pero si se convierte en la única vía para sentirse bien, corre el riesgo de transformarse en lo contrario: una forma de evitación", advierte Soriano. "Hay corredores que literalmente huyen corriendo. Y cuando eso ocurre, conviene parar y observar: ¿estoy utilizando el deporte como vía de cuidado o como forma de evasión emocional?".
La línea es fina, y cruzarla es fácil cuando uno se acostumbra a gestionar el malestar con acción. "Muchas personas deportistas compartimos un perfil de carácter marcado por la exigencia, la disciplina y la resistencia. Estamos acostumbrados a sostenernos ‘haciendo’. Pero eso puede volverse una trampa emocional: cuesta parar, soltar, o simplemente pensar con calma", explica.
Las señales de alerta pueden ser físicas —lesiones recurrentes, insomnio, fatiga— o emocionales: irritabilidad, tristeza, sensación de vacío o desmotivación general. "Corre el 21K de Madrid con las piernas amputadas. En ese punto, el deporte deja de ser herramienta de cuidado para convertirse en un parche", concluye la psicóloga. "Y ahí es donde la ayuda profesional puede complementar lo que el cuerpo ya no resuelve solo".
Patricia lo tiene claro: "Seguir corriendo está bien. El movimiento es, y seguirá siendo, una herramienta fundamental para la salud física y mental. Pero no es suficiente por sí solo. Igual que entrenar no sustituye una buena alimentación o un buen descanso, tampoco reemplaza el trabajo emocional ni el acompañamiento psicológico cuando hace falta". Pedir ayuda no es rendirse, sino ampliar el mapa. "Ir al psicólogo es ser coherentes con nuestra propia búsqueda de bienestar. Es sumar recursos, ganar claridad y aprender a cuidarnos también desde dentro", resume. Porque, al final, eso es lo que buscamos cuando corremos: no solo movernos, sino sostenernos.
Un pequeño acto de visibilidad emocional
Corremos para estar bien, pero también para que se note que lo estamos intentando. Y por eso lo compartimos. No por vanidad, sino porque mostrar lo que hacemos —aunque sea solo un trote corto o una carrera irregular— es también una forma de sostenernos. De decir 'sigo aquí' sin tener que explicar por qué.
En un momento en el que la salud mental aún se vive en muchos casos en silencio, compartir nuestras salidas a correr se convierte, sin querer, en un pequeño acto de visibilidad emocional. Porque cada entrenamiento que subimos, cada kudo que damos o recibimos, es también una forma de decir: “te entiendo”. Y esa comprensión, a veces muda y a distancia, es tan necesaria como el movimiento en sí.
Quizá por eso, más que un deporte, correr se ha convertido en un lenguaje en los últimos tiempos. Uno que no necesita palabras, pero que dice mucho de cómo nos cuidamos —y de cómo nos acompañamos— cuando la vida se vuelve cuesta arriba.
Carlos es experto en calzado y demás equipamiento deportivo. Se pasa la vida corriendo y probar zapatillas se ha convertido en parte de su trabajo desde que llegó a Runner’s World en verano de 2019. No tiene ni idea de cuántos pares ha podido llegar a probar en un mismo año. Ah, y calza un 7,5 US (o un 40,5 en Europa). Sirve igual para un roto que para un descosido. Lo mismo testa y prueba las últimas zapatillas para correr del mercado que el reloj deportivo de moda para runners, pasando por cortavientos, riñoneras o unos auriculares para tus carreras… También te puede ayudar a encontrar una cinta para correr, una bicicleta estática o una elíptica.
También tiene la capacidad de crearte necesidades. Es especialista en encontrar las mejores ofertas de Nike, Adidas, Asics y el resto de las marcas deportivas más (y menos) populares. Pero también le gusta trastear en las redes sociales para estar al tanto de los prototipos de zapatillas o ser espectador de las maratones para saber cuál es el modelo que llevan los atletas de élite y contarlo en Runner’s World. O entrevistar a los que más saben de este mundo tan loco de las zapatillas de running. Vamos, un friki de las zapatillas en toda regla (y con orgullo, porque no decirlo). Aunque también le gusta pasarse parte de su tiempo viajando, por eso un par de zapatillas de running nunca faltan en su maleta para descubrir nuevos lugares a golpe de zancada, además de que se pasa corriendo carreras de 10k y medias maratones por España y parte del mundo. ¿Su próximo objetivo? Correr un maratón por primera vez.
Carlos Jiménez se graduó en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid allá por 2018 y desde entonces se ha especializado en medios de comunicación digitales, trabajando en revistas de estilo de vida y webs de actualidad. Desde la redacción de Fuera de Serie (Unidad Editorial) cubriendo temas de moda y belleza y lujo, hasta en la web de Mediaset mientras visionaba ‘El programa de Ana Rosa’. Con más de 5 años de experiencia, lleva desde 2019 relacionado con Runner’s World, pero también con Men’s Health y Women’s Health donde también se explaya sobre equipación deportiva.