Las temperaturas frías son parte inevitable de la temporada otoñal, a lo que se suma además la cruda certeza de un mayor descenso con la llegada del invierno. Los corredores no detienen sus carreras, pero en esta época surge una duda: después del entrenamiento, ¿es mejor optar por la ducha caliente o la fría?

En las redes sociales se popularizan las enseñanzas de Wim Hof, atleta extremo neerlandés y portavoz mundial de los beneficios del baño frío, la cuestión de la ducha post-ejercicio requiere de una aclaración y la voz de un experto. Cómo incorporar más carreras largas al entreno.

Beneficios de la ducha caliente después del entrenamiento

Como subraya Alessandro Mari, osteópata y posturólogo de Clinica Forma en Milán: "La ducha caliente, o incluso un baño caliente después del entrenamiento, son rituales indicados para los corredores porque ayudan a relajar los músculos y mejorar la circulación sanguínea. Esto favorece la recuperación muscular, ayuda a reducir la tensión y el dolor post-entrenamiento, mejorando la flexibilidad muscular. El calor también actúa sobre el sistema nervioso, reduciendo el estrés y permitiendo liberar tensiones psico-físicas. En algunos casos, los corredores pueden recurrir al baño caliente para aliviar la rigidez articular y pequeños traumatismos".

Las ventajas de la ducha fría después de una carrera intensa

La ducha fría tras el entrenamiento, y la inmersión en agua fría en la fase post-ejercicio, también tienen sus ventajas. Mari destaca que "entrenamientos que causan microtraumatismos musculares, como las carreras de larga distancia o desniveles de montaña, se benefician del hábito de la ducha fría. De hecho, la exposición al frío reduce la inflamación y la hinchazón muscular, estrecha los vasos sanguíneos y disminuye la percepción del dolor".

Continúa el experto: "Estos efectos aceleran la recuperación y reducen el riesgo de lesiones musculares crónicas. Además, la ducha fría es muy energizante y tonificante. Sin embargo, especialmente en otoño e invierno, la ducha fría debe ser breve: 40-60 segundos son suficientes para obtener estos beneficios.

Por el contrario, una exposición excesiva al frío puede tener efectos negativos en la circulación. Los corredores con problemas circulatorios o cardiacos deben evitar el frío, que puede provocar un estrechamiento excesivo de los vasos sanguíneos".

¿Es posible unir los beneficios del agua caliente y fría?

¿Por qué no crear una sinergia virtuosa entre agua caliente y fría? Según Mari, la alternancia entre duchas y/o baños calientes y fríos, conocida como terapia de contraste, es extremadamente beneficiosa para los corredores. Este método aprovecha los beneficios de la vasoconstricción causada por el frío y la vasodilatación causada por el calor, mejorando la circulación sanguínea y reduciendo la hinchazón.

La alternancia entre agua caliente y fría también ayuda a reducir la rigidez muscular y favorece una recuperación más rápida. Se suele empezar con 1-2 minutos en agua fría, seguidos de 3-4 minutos en agua caliente, repitiendo el ciclo durante 15-20 minutos.

Plan de 10 semanas de caminar-correr para novatos. La ducha caliente apetece más en el frío invierno, mientras la fría tiene sus contraindicaciones.


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Siempre hago preguntas a todos: amigos, familiares, conocidos. Investigar e investigar ha sido una pasión que me ha acompañado desde la escuela. Tras estudiar Ciencias Históricas en la Universidad Estatal de Milán y Escritura Creativa en el IED, empecé a hacer periodismo escribiendo sobre estilos de vida. A lo largo de los años me he especializado en temas de belleza y bienestar, descubriendo un gran amor. La naturaleza y los animales son mi secreto antiestrés.