El verano nos ofrece una oportunidad única para ejercitarnos, nadando en el mar o en la piscina. Si aún queda lejos el veraneo, ir a nadar antes o después de tu jornada laboral es más tentador ahora que en ninguna otra época del año. La natación es una actividad física muy completa que proporciona muchos beneficios, Entrenador del mes, Entrenamiento de 30 minutos en casa para runners perder peso y tonificar los músculos. Desde niñas hemos oído que hay que nadar para fortalecer la columna, caminar erguidas y con estilo. Pero sobre todo que hay que hacerlo para no tener dolores cervicales o lumbares.
Hay incontables razones por las que hoy nos duele la espalda: Cuando trabajamos, nos curvamos delante del ordenador, pero el mayor enemigo de nuestra higiene postural no es el ordenador, sino el móvil. Pasamos tanto tiempo mirando esa pequeña pantalla que ahora los expertos hablan del "síndrome del cuello roto", un dolor cervical cada vez más extendido entre las personas jóvenes. Está relacionado con el uso continuado del móvil y, más concretamente, con la posición de nuestra cabeza y de nuestro cuello al hacerlo.
En cualquier caso, son innumerables las razones por las que sufrimos dolores de espalda. La natación nos puede ayudara a evitar el "síndrome de cuello roto" y otras dolencias causadas por el estrés de la vida moderna.
Natación y dolor de espalda
Si sufres de dolores de espalda, pero no se te ha diagnosticado una causa subyacente, la natación no solo puede evitar que el dolor empeore, sino que además proporciona alivio.
Si tienes algún problema de salud como una hernia discal u otro tipo de patología de columna, los médicos te recomendarán la natación como la actividad física idónea para recuperar la movilidad y aliviar los dolores de espalda por varias razones:
- La natación permite flexibilizar y fortalecer la musculatura y otras estructuras de tu espalda, sin apenas impacto negativo.
- La densidad del agua permite que cuando realizamos una actividad física dentro de ella, la columna no tenga que soportar todo el peso del cuerpo. La natación es un deporte de bajo impacto que no daña ni la columna ni las articulaciones.
- El agua ejerce un efecto tipo masaje sobre los músculos, contribuyendo a reducir los dolores de espalda y a proporcionar una sensación de bienestar general después de nadar.
Sin embargo, no todos los problemas de espalda son iguales, y por tanto no a todos nos vienen bien las mismas cosas. Si los dolores persisten, acude a tu médico de cabecera que te derivará a un especialista. Es importante saber qué genera el dolor de espalda, y una vez sabido, corregir el problema, probablemente te recomiende practicar natación, pero también yoga, Gyrotonic®, ejercicios de propiocepción y sesiones con el osteópata o el fisio.
La espalda es el estilo recomendado si sufres problemas de columna
La espalda es el estilo más recomendado para personas con problemas de columna porque evita forzarla y porque además te ayuda a mantener su curvatura natural.
Para nadar a espalda nos colocamos en posición dorsal, boca arriba, realizando un braceo alternado hacia atrás, acompañado de una batida de piernas. El cuello mantiene una posición fija y la zona lumbar se encuentra protegida.
Puede que no sea el estilo en el que más rápido avances, pero no te preocupes por eso. No cuentes los largos que haces, sino márcate un tiempo de entrenamiento y nada a tu ritmo, sin agobiarte.
Estilos a evitar si te duele la espalda: crol, braza y mariposa
Estos estilos suelen implicar un sobreesfuerzo para la columna, que puede provocar dolores o puede agudizarlos, sobre todo en la zona lumbar y cervical:
- El crol no es para todo el mundo, a pesar de que sea el estilo más extendido. Si sufres patologías cervicales has de tener cuidado al nadar a crol ya que el gesto que debemos realizar para respirar puede llegar a ser lesivo. El estilo crol puede estar contraindicado si sufres dolores lumbares, debido a que la zona lumbar recibe una carga importante.
- Menos recomendado aún es la braza, contraindicado en patologías lumbares por la hiperlordosis (aumento de la curvatura lumbar) que provoca. La carga en la lumbar al nadar a braza es aún mayor que la de crol.
- La mariposa es el estilo que mejor técnica requiere y si esta no es buena, es el estilo más lesivo. Si no tienes una buena técnica y te duele la espalda, no nades a crol ya que está desaconsejado si tienes problemas lumbares o cervicales (o los dos).
Consejos para nadar sin dañar la espalda
Lo ideal antes de empezar a practicar la natación es acudir a clases con un monitor especializado para que El poder de la positividad y te enseñe la técnica correcta que se adapte a tus necesidades.
- Debes ejercitarte de modo gradual. Nadar en exceso o hacerlo de forma muy intensa puede resultar contraproducente. Si te pasas, se te quitarán las ganas de volver a la piscina.
- Al nadar, trata de colocarte lo más horizontal posible. No levantes el cuello demasiado y relaja la zona lumbar.
- Evita giros y movimientos bruscos para no producir contracturas y añadir dolores musculares a tu espalda o a otras zonas del cuerpo.
Además de nadar a espalda, hay otras actividades acuáticas que no cargan la zona lumbar como el Aquagym, Aquabiking, Salud y lesiones correr bajo el agua.

Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.
Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.
En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.
En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.
Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.
Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.