Por un motivo seguramente nunca veas a Desiree Linden, Galen Rupp u otros corredores profesionales tanto en la maratón de Chicago como en la de Nueva York. Los de la élite saben que forzarse tanto en más de una maratón de calibre por temporada puede afectar a su rendimiento en la segunda carrera.
Pero hacer carreras consecutivas no es tan raro entre los aficionados, tanto si son carreras en festivales, en las que puedes correr en varias ocasiones en días consecutivos, como si son varias carreras distribuidas durante unas semanas durante la temporada alta. Algunos de nosotros nos apuntamos inmediatamente según hemos terminado una carrera por si nos sale una oportunidad de representación; otros simplemente porque quieren llevar el impulso hasta la línea de llegada de la siguiente carrera.
No hay por qué contentarse con solo una carrera por temporada, siempre que sepas qué es en lo que quieres participar. Esto es lo que necesitas saber:
Por qué te derrumbas
La sabiduría generar sobre las carreras tiende a no apoyar la idea de apilar carreras de distancias largas, como las maratones, porque después de 32 kilómetros —la distancia más larga que se corre en la mayoría de los planes de entrenamiento para las maratones— fuerzas al cuerpo más allá de sus límites físicos, dice Janet Hamilton, fisióloga y entrenadora de atletismo con RunningStrong.com. Y correr con la potencia que se usa en las carreras añade un elemento más de estrés. “Fisiológicamente, vas a agotar tus fuentes de energía, podrás sufrir un microtrauma en las células musculares y acabarás con fatiga mental”, añade.
Si te fuerzas tanto y tan pronto, te arriesgas más a lesionarte. Tampoco es raro entre los atletas notar una función inmune disminuida y una recuperación más lenta después del ejercicio. “Las actividades de larga duración y máximo esfuerzo cargan muchas áreas, como los tejidos musculares, los tendones, los huesos y hasta los vasos sanguíneos y el revestimiento mucoso del sistema respiratorio”, comenta Hamilton. “La regeneración y recuperación de los tejidos lleva tiempo y energía metabólica, y usas esa energía para volver a hacer un ejercicio tan duro tan pronto, se acorta el proceso de regeneración y recuperación”.
Algo que sigue siendo cierto si sigues haces la mitad de la maratón, y potencialmente incluso con mitades consecutivas. “Aunque la mitad de una maratón sea la mitad de la distancia, también se corre [normalmente] con un mayor esfuerzo que una maratón completa”, dice. “Sigue siendo una actividad de máximo esfuerzo y se ha de respetar en cuanto al tema de la recuperación”.
Cómo recuperarte rápido
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Las primeras 24 horas después del trance: Calienta y suelta los músculos con un baño caliente de sales Epsom, y masajea después las zonas doloridas. No tomes medicamentos antiinflamatorios, ya que pueden interrumpir la curación y la recuperación de los tejidos.
Los primeros días: Un masaje deportivo, estirar y los movimientos con rodillo de espuma ayudan a que el movimiento se conserve como es debido. Sal a dar un paseo, ya que estimula el flujo sanguíneo y ofrece un estrés de bajo nivel que facilita la recuperación.
Cómo mantenerse fuerte
Leah Rosenfeld, entrenadora en Flagstaff (Arizona) para el proyecto Run SMART, un servicio de entrenamiento online, tiene una solución sencilla pero eficaz para recuperarse: “Lo mejor es que, después de una maratón, recuperes un día por cada kilómetros que has recorrido”, dice. “O sea, unas tres semanas de trabajo de recuperación activo y ligero; después sería ideal tomarse otras tres o cuatro semanas para volver a ponerse en forma antes de la siguiente carrera. De moto que tendrás unos dos meses entre carrera y carrera”.
Algo que no debes hacer entre carrera y carrera: carreras menores y adicionales, señala Rosenfeld. “No deberías querer tirar del mismo sistema de energía que acabas de usar. Por eso algunas personas están totalmente fritas o sin energía en la segunda carrera, su sistema nervioso central está sobrecargado y atacado”. En su lugar, si estás corriendo entre 12 y 25 kilómetros, divídelo en repeticiones en un período de 24 horas. Por ejemplo: tres carreras de 6 kilómetros al día en lugar de 15 kilómetros de una tacada. Para hacer entrenamientos más rápidos, realiza intervalos de unos 30-60 segundos con el doble de tiempo de descanso.
Si vas a hacer algo con muchos kilómetros en menos tiempo (como un festival de atletismo o una carrera de relevos), Hamilton sugiere llevare tu entrenamiento más largo hasta la distancia que equivale al total de lo que habrás recorrido en la carrera.
Como último recurso
Y claro está, como dice Hamilton, siempre puedes tomártelo con calma. “Hacer un recorrido con un esfuerzo relativo no va a dañar el mismo perfil del tejido que si lo recorres con máximo el esfuerzo. Si corres en un evento en lugar de ir rápido, el cálculo cambia”. Utiliza la primera carrera como una manera de ponerte en situación o entrenamiento antes de hacer la segunda carrera, y corre más lento de lo que eres capaz en lugar de ir a velocidad de carrera. Y luego usa todas tus fuerzas en la segunda carrera.
Vía: Runner's World. Traducción: blarlo.com