El verano pasado, decidí dejar de publicar mis entrenamientos y carreras en Instagram. No me malinterpretéis, me encanta hacerme un selfie con el ritmo de carrera; quizá sea un poco fanfarrona, pero me siento como una malota cuando publico una prueba de que he corrido 18 kilómetros antes de las 9 de la mañana. Pero a medida que esas estadísticas proliferaban en esta aplicación, me di cuenta con que empezaba a compararme con otros corredores y para tu propia motivación.

Si mi ritmo no era comparable al de alguien que consideraba que estaba a mi mismo nivel de forma, me encontraba poniéndome excusas ("la altitud de Colorado hace que correr sea mucho más difícil"). Si no registraba tantos kilómetros en el transcurso de una semana, empezaba a preguntarme si necesitaba aumentar mi volumen. Estaba tan atrapada en el entrenamiento de otras personas que me olvidaba de que mi entrenamiento estaba programado de la manera en que lo estaba por una razón.

El papel positivo de las redes sociales en la motivación

Las redes sociales pueden ser tremendamente motivadoras -incluso contagiosas- cuando se trata de deporte. Un estudio muy citado, publicado en la revista Nature en 2017, analizó cinco años de datos de carreras subidos a una red social global de más de un millón de personas y descubrió que cuando alguien a quien sigues corre un kilómetro más o 10 minutos más, es más probable que tú corras tres décimas de kilómetro más o tres minutos más. Curiosamente, los corredores menos activos influyen en los más activos, mientras que lo contrario no es cierto, y tanto los hombres como las mujeres influyen en los hombres, mientras que sólo Mejores pistolas de masaje para corredores en 2025, según esta investigación.

Aunque correr no es solo cuestión de números, ver las estadísticas de otro corredor puede sacarte de tu zona de confort en el buen sentido. Por ejemplo, en los Trials de Maratón de Estados Unidos de 202o, explica Kirstin Ritchie, psicóloga deportiva y entrenadora de corredores. "Todas esas mujeres que alcanzaron la mínima olímpica -alguien vio a otra persona hacerlo, y pensó, 'oh, mira, si ellas pueden hacer eso, tal vez yo también tengo eso en mí'". Tal vez no se trate de los números, sino del mero hecho de que has ayudado a otra persona a salir por la puerta de casa, que puede ser simplemente ese impulso que necesita para empezar a correr, añade Ritchie.

Compartir la experiencia de correr en redes (con métricas o sin ellas) también puede crear un sentido de comunidad, dice Ritchie. Ya sea en una plataforma como Instagram, donde abundan los selfies del reloj y las capturas de pantalla de las aplicaciones de seguimiento de la actividad física, o en algunas de las aplicaciones deportivas basada en datos como Strava, Nike Run, RunKeeper y MyFitnessPal, donde se pueden ver los detalles de las estadísticas de los demás, es como si corrieramos juntos pero sin estarlo.

Cuando empecé a compartir mis entrenamientos de carrera en Instagram, descubrí que mostrar los selfies de el ritmo de carrera me hacía rendir cuentas con el resto de personas: "¡mira, mundo, he hecho el entrenamiento que tenía que hacer hoy!".

Los inconvenientes de compartir las estadísticas de carrera en las redes sociales

El problema con todo este intercambio de datos viene cuando se empieza a jugar al juego de la comparación, dice Victoria Sekely, una doctora en terapia física, especialista certificada en fuerza y acondicionamiento y entrenadora de corredores que ha hablado de no usar este tipo de aplicaciones. Por un lado, puede ser interesante ver lo que hacen tus compañeros o tus atletas de élite favoritos. Pero una pantalla de datos no es la imagen real, explica.

"Cuando veo la foto de un reloj, no tengo ni idea de lo que ha hecho esa persona antes, ni de cómo es su entrenamiento", explica. No hay matices: ¿Cómo puedes compararte con alguien si no conoces su historial de entrenamiento, cuánto duerme, cómo se alimenta, con qué factores de estrés está lidiando... ya sabes, todas esas recibe comisiones de las compras hechas a través de los links a sitios de los vendedores? "Cada corredor es totalmente diferente", dice Sekely. "Su entrenamiento es propio y tiene que centrarse en el progreso que está haciendo como individuo. Siempre intento recordar a mis clientes que están en su propio viaje".

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Por qué deberías evaluar cómo utilizas las redes sociales para compartir tus entrenamientos

No está bien ni mal compartir tus datos de carrera en las redes sociales. Pero lo que deberías hacer es considerar cómo interactúas con tus propios datos de carrera y con lo compartidos por otros, dice Ritchie. "Tienes que tener un sentido muy fuerte de tu 'por qué', es decir, la razón por la que corres, para mirar ese tipo de datos objetivamente", dice Ritchie. "Si no estás motivado internamente para salir a correr y, en cambio, piensas 'tengo que correr hoy porque fulano lo hizo' o 'tengo que correr hoy porque quiero correr más rápido que fulano', eso puede llevarte a una espiral descendente en tu motivación".

Por ejemplo, si utilizas una plataforma de redes sociales para dar apoyo y ánimo a otros atletas, eso está muy bien. Sin embargo, si utilizas las redes sociales únicamente para recibir elogios y el respaldo del público, eso podría tener algunos efectos negativos. Un estudio beneficios de los plátanos para corredores Information Technology & People descubrió que si utilizas estas plataformas para obtener reconocimiento social (léase: kudos de Strava o likes de Instagram), es más aplicaciones deportivas basada en datos pasión obsesiva por el ejercicio y que sufras mayores niveles de estrés.

Noticias de atletismo tienes una reacción negativa a estas plataformas, "replantea tu forma de ver los datos", sugiere Ritchie. En lugar de pensar: 'Fulano de tal corrió a un ritmo determinado, no soy tan bueno como él', reescribe esas creencias negativas en una forma que las celebre o te anime. Vuelve a pensar en el motivo por el que corres y en la razón por la que utilizas estas plataformas. Para tu información: si sólo usas Instagram por el subidón de dopamina que te da una nueva notificación, eso significa que deberías replantearte eso.

Salud y lesiones, es posible utilizar las redes sociales sin centrarse en las métricas de carrera de otras personas. Yo descubrí que cuando dejé de compartir mi propio ritmo (garabateando sobre esos datos en mi pantalla final de carrera), dejé de prestar tanta atención a las estadísticas de los demás. Por cierto, sólo me afectó el hecho de compartir el ritmo de carrera en Instagram, mi aplicación de redes sociales preferida. Mientras que en Strava, casi nunca miro las métricas de un amigo antes de pulsar el icono del pulgar hacia arriba.

Establecer tus propios límites en cuanto a compartir datos es realmente importante, dice Sekely. Tal vez te mantengas en Strava para apoyar a tus amigos, pero haces tus carreras privadas (o eliges ocultar tu ritmo, frecuencia cardíaca, potencia y/o calorías quemadas). Tal vez establezcas un límite de tiempo diario en una aplicación para no caer en el agujero de la comparación, o te desconectes de la aplicación durante todo el entrenamiento. Tal vez silencies o dejes de seguir a ciertos influencers con los que sabes que te comparas.

"Cuando dejas de compartir tus propios datos, le quitas importancia", explica Ritchie. "Te preocupas menos por lo que los demás piensan de tu ritmo, y eso hace que te preocupes menos por lo que hacen los demás también". Hagas lo que hagas, "no te hace menos corredor no participar en ningún tipo de intercambio de datos", dice Sekely. "Puedes seguir saliendo a correr solo y para tu propia motivación".

Headshot of Ashley Mateo
Ashley Mateo es escritora, editora y entrenadora de carreras certificada por la UESCA y la RRCA, que ha contribuido a Runner's World, Bicycling, Women's Health, Health, Shape, Self y más. Una vez irá a cualquier parte del mundo, aunque solo sea para contar una buena historia. También le gusta: la buena pizza, la buena cerveza y las buenas fotos.