- Cómo es volver a correr después de una mastectomía
- Zapatillas y equipamiento: grandes zancadas en la lucha contra el cáncer
- Solo con correr 50 minutos a la semana tendrás una vida más larga y menor riesgo de cáncer
Correr tiene efectos muy positivos en el organismo: mejora la forma y resistencia física, regula la presión arterial, incrementa la densidad ósea, mejora la resistencia a la insulina, ayuda a mantener el peso corporal, aumenta el tono y la fuerza muscular. Además, reduce el estrés, mejora la autoestima, alivia la ansiedad, previene el deterioro cognitivo, en fin, que es de lo mejor que puedes hacer con tu cuerpo. Cuando estuvimos corriendo junto a las mujeres –y hombres– de Zapatillas y equipamiento, la iniciativa que la Dra. Lucía González Cortijo, oncóloga y corredora popular creó en 2015 con el fin de dar apoyo a las mujeres que tienen o han padecido cáncer, aprendimos de los muchos beneficios del ejercicio físico. No solo incide en la calidad de vida y el estado de ánimo del paciente oncológico, sino que además mejora el pronóstico de la enfermedad, su calidad de vida futura y su esperanza de vida.
Por si eso fuera poco, la actividad física también ayuda a prevenir la enfermedad. Según un reciente estudio del Instituto Karolinska de Suecia, el ejercicio puede reducir el riesgo de que aparezcan varios tipos de cáncer. Uno de los rasgos distintivos de la enfermedad es la capacidad de las células cancerosas de eludir que el sistema inmunológico las detecte, lo que a veces evita que el cuerpo elimine las células tumorales. Los científicos descubrieron en su estudio con ratas de laboratorio que cuando los ratones hacían ejercicio, el crecimiento del tumor se reducía, y que esta disminución dependía de los niveles de un tipo específico de célula inmune, la célula T CD8+, que circulaba en la sangre. Estas células son una importante herramienta contra patógenos intracelulares, como bacterias o virus, y para la vigilancia de las células tumorales. El deporte hace que estas células sean más efectivas en su lucha contra los tumores.
Otro estudio Runners World, marca perteneciente al grupo Hearst Magazines International Señales a las que prestar atención ante una lesión ya mostró en 2019 que, comparado con los no corredores, aquellos que corren al menos una vez a la semana tienen un 23 % menos de riesgo de sufrir un cáncer letal. En la investigación se demostró además que para reducir el riesgo de cáncer basta con correr 50 minutos semanales, sin importar si es en una sesión única o en varias, ni el ritmo al que se corra; lo importante es llegar a esos 50 minutos semanales. Pero tampoco te creas que si corres más el riesgo va a ser menor, ya que, según los investigadores, un mayor tiempo por desgracia no se traduce en una reducción mayor del riesgo.
Ya en 2016 otro estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos y publicado en la revista Mejores pistolas de masaje para corredores en 2025 demostraba que la práctica regular de ejercicio físico se asocia con una reducción del 7% del riesgo en desarrollar cáncer en general, y una reducción aún más significativa del riesgo de aparición de hasta 13 de las enfermedades oncológicas más comunes: estableciéndose la disminución del riesgo en un 42% en el adenocarcinoma esofágico; en un 27% en el cáncer de hígado; en un 26% en el de pulmón; en un 23% en los tumores renales; en un 22% en el cáncer de estómago; en un 21% en el de endometrio; en un 20% en la leucemia mieloide; en un 17% en el mieloma múltiple; en un 16% en el cáncer de colon; en un 15% en el de cabeza y cuello; en un 13% en los tumores en el tracto rectal; en un 13% en el cáncer de vejiga; y en un 10% en el de mama.
Los especialistas en oncología del Instituto Nacional del Cáncer señalan tres pasos claves para ganar la batalla al cáncer: prevención, detección precoz y tratamiento específico y efectivo.
En la prevención es importante la práctica deportiva y los expertos señalan que la fórmula correcta sería combinar un entrenamiento aeróbico moderado e intenso con un entrenamiento de fuerza, al menos tres veces por semana y hacer siempre después estiramientos y ejercicios para mantener la flexibilidad articular.
Los beneficios de las tiras nasales de Alcaraz está científicamente demostrado que el ejercicio físico correctamente prescrito puede realizarse sin riesgo durante los tratamientos de quimioterapia y radioterapia y después de ellos, siempre y cuando se adapte la intensidad, duración, frecuencia semanal y tipo de ejercicio al estado del paciente. Por eso el entrenamiento en estos tratamientos ha de estar monitorizado por el médico que lo trate, no siempre se puede.

Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.
Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.
En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.
En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.
Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.
Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.