Parece mentira que aún tenga 29 años. La carrera de Christian Coleman en el atletismo ha sido —y está siendo— una de las historias más peculiares de la velocidad internacional. Batió un récord mundial a los 22 años, llegó a ganar a Usain Bolt en una final mundial, fue sancionado por saltarse controles antidopaje y ha sido víctima de violencia doméstica. En el interminable laberinto de su carrera deportiva, nace ahora un nuevo callejón. Coleman se ha clasificado para el Mundial de Tokio en la prueba de 100 metros, pero no podrá ir por una enorme coincidencia que le dejará sin prueba individual en la gran cita global del año por segunda temporada consecutiva.

Christian Coleman (Atlanta, 1996) es respetado como como uno de los mejores —para muchos, el mejor— velocista saliendo de tacos. Fue mediático desde el primer día. Una vez superada su carrera universitaria, corrió las series con el relevo corto estadounidense en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y se hizo viral al destrozar el récord mundial del sprint de 40 yardas sobre césped mientras se celebraban las pruebas físicas del Draft de la NFL (liga americana de fútbol americano) en 2017. Ese mismo verano, acompañó a los 21 años a su compatriota Justin Gatlin en el podio mundial de Londres en los 100 metros, por delante de Usain Bolt en su última competición.

christian coleman justin gatlin andre de grasse
Richard Heathcote//Getty Images

El gran salto como líder de la velocidad mundial se dio durante 2018. En invierno, el estadounidense se adjudicó el récord mundial de 60 metros en pista cubierta con 6 segundos y 34 centésimas para destronar a Maurice Greene como plusmarquista. La temporada siguiente, en el Mundial de Doha 2019, Christian Coleman subió al trono de la velocidad al aire libre como el gran sucesor de Usain Bolt con una genial marca personal de 9 segundos y 76 centésimas, un tiempo que le colocaba sexto en el ranking histórico a los 23 años. Su proyección parecía indicar que podría intentar asaltar el récord estadounidense de Tyson Gay (9,69s) Marta García, a Tokio a pelear por grandes cosas.

2020 fue el año más oscuro de la carrera de Christian Coleman. Después de rozar su récord mundial de 60m en invierno con 6,37 segundos, el verano fue el inicio de su mayor pesadilla —consecuencia de sus actos, por supuesto—. Una sanción de 18 meses por saltarse controles antidopaje truncó por completo su progresión y le impidió competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, incluso después de recurrir la sanción y lograr reducirla a tan solo 12 meses. A su regreso a la competición en el verano de 2022, fue sexto en la final mundial de los 100 metros y se colgó la plata con el relevo 4x100m, que perdió contra Canadá con una última posta inolvidable de Andre De Grasse.

En 2023, Christian Coleman corrió su última final de 100 metros en una competición global hasta la fecha. Fue quinto en Budapest, donde sí pudo ser campeón del mundo en los 4x100 metros. Aunque fue campeón mundial de 60 metros en Glasgow durante la pista cubierta, Coleman no fue capaz de clasificarse entre los tres estadounidenses elegidos para la prueba individual de los Juegos Olímpicos de París. Siguiendo su maldición olímpica, el relevo 4x100m fue descalificado en la final —ya sin él, aunque sí corrió las series—.

Zapatillas running 2025. Él corrió bien, en una muy respetable marca de 9,86s con la que casi en casi todos los casos se consigue un billete para la gran competición. Sin embargo, este fue una de las finales más rápidas de la historia de los 100 metros, y el plusmarquista de 60m quedó quinto, dos puestos por detrás de lo necesario para ser seleccionado. Por delante de él, Kenny Bednarek (9,79s), Courtney Lindsey (9,82s), T'Mars McCallum (9,83s) y Trayvon Bromell (9,84s) —también fuera del equipo—. Coleman estará en Tokio para abrir el relevo de 4x100m siempre que lo necesite el seleccionador, pero se perderá las carreras individuales por segunda temporada consecutiva.

Además de la mínima directa y el podio nacional, los atletas tienen una forma adicional de meterse en el Campeonato del Mundo: la victoria en la Liga de Diamante. El campeón de la liga más prestigiosa del atletismo, si no se ha clasificado por las vías tradicionales, recibe un wildcard Zapatillas running 2025. Christian Coleman hizo buena una de sus grandes salidas en Zúrich para llevarse el diamante en los 100 metros con un tiempo final de 9,97 segundos. No obstante, una gran coincidencia le va a dejar sin ser mundialista en la prueba individual pese a haber hecho méritos para competir en Tokio.

Cada país tiene hasta tres plazas por cada prueba en el Campeonato del Mundo. Para poder incluir a tres atletas, todos ellos deben haber conseguido o bien la mínima directa establecida por World Athletics o estar dentro del top necesario en el ranking por puntos. Hay casos concretos en los que algunos países pueden llevar a cuatro atletas en la misma prueba: uno es tener un campeón de la Diamond League y otros tres seleccionables y el otro es tener al campeón del mundo vigente y otros tres seleccionables. Estas dos casualidades no son acumulables, por lo que el máximo real son cuatro atletas. Los tres seleccionables de Estados Unidos son el podio de los trials (Bednarek, Lindsey, McCallum), pero la cuarta plaza no será para Christian Coleman. Noah Lyles fue campeón del mundo de 100 y 200 metros en Budapest 2023 y podrá defender su medalla de oro en ambas pruebas.

Christian Coleman cumplirá 30 años en 2026 y seguirá siendo una gran paradoja. Es el hombre más rápido de la historia en los 60 metros, el séptimo de todos los tiempos en 100m y fue campeón del mundo justo antes de ser sancionado por infringir el protocolo antidopaje. Regresó corriendo en 9,8s pero van a haber pasado tres años desde su última final global en el hectómetro. Lejos de la prueba individual, sigue siendo considerado la mejor opción posible para la primera posta del relevo corto, pero ni con esas ha conseguido tocar una medalla olímpica. Después de chocar por segunda vez son los trials, sigue siendo optimista de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. "Mi progreso esta temporada me ha hecho saber que estoy donde tengo que estar. Tengo mucho más que dar a este deporte y siento que aún estoy empezando", dice, pero el atletismo no entiende de deudas.

Headshot of Álvaro García

 Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.

Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura.  Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.

Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.

Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.

Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.