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Salud y lesiones, incluso hacer trampas o por lo menos usar subterfugios más que originales. Para muchísimos, convertirse en una leyenda local y escribir su nombre como el 'corredor más rápido del barrio' puede equivaler a una medalla olímpica.
De otro modo no se explicarían los miles de intentos —más o menos lícitos (pero Strava está trabajando para borrar todos los récords no considerados válidos)— por conquistar una marca en un recorrido en la aplicación deportiva más famosa del mundo. Sin embargo, hay un influencer que en su última hazaña para convertirse en leyenda local de algún modo hizo trampas, Maratones Europa 2025.
Hablamos de Ryan Cunliffe, influencer británico y maratoniano de 2h58', que se dio a conocer en la red justamente yendo a la caza de segmentos récord por el mundo en Strava. En su última aventura, el episodio 17 de su desafío, Ryan intentó obtener el mejor tiempo en una subida empinadísima. Un tramo duro en Bury, en el Reino Unido, llamado 'Rawsons Rake Climb'.
En realidad, lo contado en el famoso episodio 17 no fue el primer intento de récord en esta subida por parte de Cuncliffe, que ya en el pasado había intentado —sin éxito— batir la marca. Esta vez, sin embargo, para lograr su hazaña, tenía un arma secreta: un par de piernas robóticas HyperShell X, es decir, un exoesqueleto diseñado para ofrecer a los corredores, durante la carrera o la caminata, un 40% más de fuerza en las piernas. Con una ayuda así, el resultado no podía ser otro que brillante: de hecho, Ryan logró su objetivo, superando el tiempo anterior en más de 11 segundos.
Pero la gente de la web siempre es reacia a los engaños. Tanto es así que, en cuanto el video de la actividad —que en poco tiempo alcanzó más de 1 millón de visualizaciones— se publicó en la red, el mundo viral mostró todo su descontento.
La sección de comentarios fue invadida por críticas y por solicitudes dirigidas a Strava para expulsar de por vida de la aplicación a Ryan. Por su parte, Cuncliffe respondió a los improperios con una encuesta, preguntando a sus seguidores si, según ellos, este récord logrado con la ayuda de las piernas robóticas podía considerarse válido. Y… era de esperarse: el 90% de los seguidores afirmó que hacer marcas de este modo equivalía a hacer trampa.
Impactado por el resultado, el propio influencer publicó de inmediato un video de disculpas, aclarando que su idea original era simplemente comprobar cuánto podían beneficiar las piernas robóticas a un corredor en la carrera. Todo está bien cuando acaba bien: Ryan Cunliffe salvó su cuenta de Strava, donde podrá seguir yendo a la caza de récords, y el récord del segmento de Rawsons Rake Climb volvió a su legítimo propietario.
