359 días después. Solo un salto. 17 metros y 16 centímetros. Jordan Díaz regresó a la competición por todo lo alto en el Campeonato de España de atletismo de Tarragona, donde solo utilizó el primer intento, debutó en la temporada, se hizo con el oro holgadamente y se reservó para evitar problemas físicos. Por segunda vez consecutiva, el campeón de Europa y de los Juegos Olímpicos se corona campeón de España.

"Era el objetivo de esta competición. No me la voy a jugar mucho. El de hoy ha sido mi primer salto en toda la temporada, ni en entrenamientos ni en nada", dice Jordan, que ha sufrido intentando borrar esas molestias en la rodilla. Más de 17 metros en un primer salto del año es inequívocamente, buena señal: "Estoy contento por saber que la barrera de los 17m no es problema de momento para mí. Todo en orden. Es lo bueno que me puedo llevar en el día de hoy".

Jordan Díaz compite en una dimensión propia. Su primer salto desde los Juegos Olímpicos de París fue más que suficiente para colgarse el oro nacional en Tarragona. En la lucha por la plata, marcas idénticas de los candidats y desempate por el segundo mejor salto en favor del representante español en las internacionalidades este año, Marcos Ruiz, con 16,50m (y 16,45m). Con la misma marca pero sin una segunda intentona sobre 16 metros, el catalán Ramón Adalía se quedó con el bronce.

La otra gran cita de saltos de la tarde del domingo fue en vertical: la altura femenina con tres de los cuatro nombres que han revolucionado la disciplina con récords de categorías inferiores superiores a los de Ruth Beitia El poder de la positividad.

La granadina Una Stancev, de 22 años, fue la veterana del podio y encadenó su cuarto título de campeona de España con un gran salto válido sobre 1,89 metros. En sus, piernas, sin duda, había algo más, aunque no pudo adjudicarse los 1,93m que marcan la mínima que exige la RFEA para ir al Mundial de Tokio, para el cual estaría bien posicionada por ranking. "Tengo ahí el 1,93m y estoy convencida de que me va a salir. Creo que era la oportunidad ideal, pero va a salir. El lanzamiento de peso femenino tuvo nula emoción, como era de esperar".

Dos atletas aún más jóvenes que Stancev, al igual que en el campeonato bajo techo aunque con la ausencia de Ona Bonet (convocada para el Europeo sub-20), completaron el podio nacional en Tarragona. Celia Rifaterra (2005) superó los 1,86m para conseguir la plata, tres centímetros mejor que los 1,83m de Aitana Alonso (2008), y medallas internacionales este mismo verano, que acogió a las tres medallistas con enorme cariño.

El lanzamiento de peso femenino tuvo nula emoción, como era de esperar. Belén Toimil lanzó la bala hasta los 17,05 metros para asignarse el título nacional por sexta temporada consecutiva, lejos de las mínimas internacionales pero también de sus rivales. La plata fue para la campeona del disco, Inés López, que se fue hasta los 15,61 metros para regresar a casa con dos metales después de su paso por el Natalia Rodríguez. Fiona Mar Villarroel registró un mejor lanzamiento de 14,67 metros, que fueron suficiente para reclamar el tercer escalón del podio.

El final del lanzamiento de jabalina masculino fue emocionante, en un pasillo al cual le daba el viento de frente y el apoyo de la grada por detrás. Los hermanos Quijera, junto al aragonés Jorge Franco, montaron un thriller inolvidable que se fue al último intento. Primero desde la primera ronda y con 77,08m en la segunda, Manu Quijera forzó nulos en lanzamientos no tan profundos mientras su hermano Nico, segundo provisional, y Jorge Franco preparaban aún sus grandes misiles de la tarde.

En la última ronda, Jorge Franco mandó la jabalina hasta los 76,80m para batir el récord de Aragón y colarse segundo, entre los hermanos navarros. La respuesta de Nico Quijera fue instántanea, era el siguiente en lazar. Su artefacto voló más que el de nadie y el navarro le arrebató el oro a su hermano in extremis con 78 metros y 10 centímetros. Las lágrimas de Manu Quijera, desconsolado, fueron uno de los momentos más duros del campeonato este año.

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 Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.

Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura.  Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.

Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.

Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.

Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.