Aún no ha salido el sol en uno de los lugares más paradisiacos del planeta. Incluso puede que no hiciera falta, pero esa es otra historia. Poco antes de las seis de la mañana, hora de la salida de la edición número 23 de la Maratón de Miami, ya hay 18.500 personas junto al Kaseya Center, lugar donde se da el pistoletazo, con el colorido habitual de una ciudad que vive entregada al espectáculo.

Los outfits y las zapatillas con placa de carbono presentan más color del habitual, y el ambiente no parece albergar ese punto de tensión y concentración tan solemne en Europa, lo cual no tiene por qué ser negativo, al contrario. En la ciudad de los neones y el art deco a pie de playa se mide la distancia en millas –26,2 equivalen a nuestros 42 kilómetros y 195 metros–, pero se habla en español. Y como ha habido que levantarse antes de las 4 de la mañana para desayunar, ni rastro de jet lag.

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GIORGIO VIERA//Getty Images

Mientras el día se despereza y asoma la humedad, corredores de 75 países diferentes recorreremos las zonas icónicas de la ciudad, incluyendo Downtown Miami, lo que aquí llamaríamos centro histórico, Brickell, su distrito financiero, el glamour de Ocean Drive en Miami Beach –casa de Versace incluida– y el pintoresco Coconut Grove, coqueteando con el puente del paso a Key Biscayne, hasta la meta en Bayfront Park.

Lo cierto es que el diseño de la carrera no tiene ni un solo ‘pero’: en ningún momento se atraviesa el clásico valle tedioso de largas rectas que erosiona la fortaleza mental, y el hecho de que haya muchos más avituallamientos de los habituales en el Viejo Contiente también ayuda a desbloquear pequeños objetivos. Y entre ellos, cientos de cheerleaders –creo que el hecho de correr en Miami permite el término–, que desde sus pequeños jardines han tenido a bien refrescarnos con sus mangueras.

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La Maratón de Miami se ha consolidado como un evento de talla internacional e indudable atractivo, con mención especial a los 59 atletas que han participado en todas sus ediciones desde la primera, en 2003. Frankie Ruiz, fundador de la carrera y director, nos contaba que “estamos emocionados de dar la bienvenida a una comunidad global de corredores a Miami este fin de semana. El crecimiento y la demanda de la maratón son un testimonio de las experiencias inolvidables que nuestros atletas viven en este destino”. Este año, la lista de espera ascendió a casi 11.000 corredores después de que se agotaran los dorsales a principios de septiembre de 2024, hecho que sucede por primera vez en la historia de la carrera. Queda claro que el running está (aún más) de moda, y que Miami nunca dejó de estarlo.

UN SINFÍN DE HISTORIAS

La maratón de Miami se ha convertido en una plataforma para promover la vida saludable, la sostenibilidad y la participación en comunidad de la ciudad. Se trata de un fin de semana repleto de actividades que van más allá del running.

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En el asfalto, el keniano Paul Eyenae, que vive en el sur de Florida, arrasó con un tiempo de 2:20:00 h, 2:42 minutos más rápido que el segundo clasificado, Bradley Makuvire, de El Paso, en Texas, y el tercero, Abraham Kipkemei, de Minneapolis (Minnesota), con 2:24:25 h. “Somos una familia de agricultores, pero a mí me dejan correr y los demás echan más horas”, explicaba Eyenae al terminar. Beth Marzigliano ganó el maratón femenino con un tiempo de 3:03:02 h, y antes de volverse a su casa de Naples, vio a sus tres hijos participar en la Kids Mile, la iniciativa anual de la Fundación Life Time para promover la forma física y el bienestar entre los más jóvenes. Ellos son el claro ejemplo de que detrás de cada zancada hay una pequeña gran historia de superación que contar.

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Cada una de las fotos de este reportaje esconde ese punto de épica al que hay que dar una justa perspectiva. Farouk Gomati se recuperó del síndrome de Guillain-Barre, una enfermedad que causa entumecimiento y debilidad muscular. Pasó meses en el hospital y quedó postrado en una silla de ruedas. Y corrió: “Esta es una promesa que me hice a m  mismo cuando estaba en cama”. Joey Gibbs quedó paralítico tras un accidente de motocross cuando ten a 11 años. Diecisiete a os después, ha empezado a correr maratones: “Uno de mis entrenadores del instituto me metió en el mundillo”, explica, pero “solo quiero seguir viviendo la vida”. Y es que correr una maratón nunca ser  fácil, pero siempre gratificante.

CORRER Y APRENDER

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Joaquin Gasca

Antes del amanecer, mi móvil vibraba por una alerta por altas temperaturas y humedad. Así que pese a todo el entrenamiento y ese pequeño sinsabor de no cumplir con tus propias expectativas, decidí que era el día perfecto para humanizar la frustración y terminar por encima de las 4 horas. Y disfrutar del aprendizaje, conste.

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Gale Hotel
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Gale Hotel

Mejores sustitutos del azúcar Ah, y con un restaurante a pie de calle, Casa Gianna, a escasos metros de la salida con vistas al Kaseya Center (prometen que desde cada ventana hay una vista impresionante, y es más que cierto), con todo el lujo y comodidades de una elegancia exquisita... Ah, y con un restaurante a pie de calle, Casa Gianna, lugar perfecto para la carga de hidratos previa a la carrera, con una pasta exquisita y un trato inmejorable; Joaquín Gasca Calatayud The Palms Hotel & Spa, en ambos hoteles pude disfrutar de sus instalaciones de spa y masaje individual, bien valen todo el proceso. Sofisticadamente relajado y sereno, asomarse a la ventana y ver junto a sus piscinas el océano azulado, la postal más icónica, es todo lo que se le pide a la vida. Y encima, algo no tan habitual, tienen una política de sostenibilidad verde pionera en la ciudad, por la que acumula varios premios, con la ausencia de plásticos en todas sus estancias, y un cuidado del medio ambiente y concienciación social con sus huéspedes absolutamente necesarias hoy día.

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craig denis, Craig Denis Creative
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The Palms

Y lo mejor, que no se me olvide, junto a todas las facilidades, l glamour de Ocean Drive en Miami Beach –casa de Versace incluida&ndash, un verdadero sueño para soltar las piernas en el pre, y relajarlas en el post maratón. Ni rastro de cargas o agujetas. Sin duda, dos lugares a los que volver y alojarse para pasar unos días de lujo en el lugar más paradisiaco del mundo...

Headshot of Joaquín Gasca Calatayud

Joaquín Gasca es experto en deportes de competición, tecnología y motor. Hace un tiempo que colgó las botas de tacos para centrarse en el pádel y el running… cosas de la edad, se queja. Pero también se apunta a cualquier bombardeo que tenga que ver con poner su cuerpo al límite, sea al volante de un Aston Martin o yendo a la oficina en patinete.    

Es muy del Atlético de Madrid, así que cuando futbolistas como Marcos Llorente o Álvaro Morata han protagonizado la portada de Men’s Health, allí estaba él para escribirlas. Acaba de correr su primer maratón para Runner’s World, y como pasa en este universo, ya está buscando el siguiente para bajar de las 3 horas. Si hay que testear cualquier tipo de pala de pádel, vehículo o reloj, no pone problema. Incluso zapatillas. Lo que haga falta en equipación deportiva.    

Joaquín se graduó en periodismo por la USP-CEU en 2013, pero desde 2009, cuando entró en el periódico de la Universidad, ya comenzó a ejercer de “periodista” 360 en digital y papel. Los siguientes pasos de sus casi 15 años de carrera los dio haciendo cultura y deporte en la revista Shangay, hasta que entró en Hearst una semana antes del inicio de la pandemia en 2020. También es profesor de redes sociales y nuevas tecnologías en la Universitas Senioribvs CEU y forma parte del Innovation HUB de Hearst para investigar sobre nuevas tendencias.