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Se había anunciado viento y frío en las alturas de la isla de La Palma, y a los participantes, en los prolegómenos, se nos había instado a no olvidar la manta térmica obligatoria. No sobraría. Pese a todo, minutos antes de las 7:30 de la mañana, hora de salida para la versión corta de la Transvulcania, aún de noche y solo iluminados por el faro de Fuencaliente, se respiraba optimismo en tirantes. Apenas unos minutos antes, los participantes en maratón y ultramaratón habían comenzado su andadura bajo el diluvio, y lo peor parecía haber pasado…
Durante los casi 25 kilómetros que recorrí en 5 horas, para un total de 2.097 metros de desnivel positivo acumulado, pasando por la emblemática Ruta de los Volcanes hasta el área recreativa de Refugio de El Pilar –lo que implicaba correr en sentido contrario al recorrido y al menos ‘disfrutar’ de un último tramo de bajada–, viví algunas de las escenas más épicas que recordaré siempre. Es lo interesante de abandonar el asfalto, al menos por esta vez.
Solo terminé con el sabor agridulce de una niebla que no me dejó ver lo que allí llaman ‘un malpaís de lava volcánica’ en todo su esplendor. Llovió e hizo frío en las cumbres, gajes del trail runnning según los expertos, pero esta vez quise ser previsor antes de correr más ligero, con mi chaleco –yo llevaba el Thule Vital 6, con un depósito de 1,75 litros– y una camiseta térmica que me puse a medio camino bajo un árbol cuando el temblor de mis manos cesó y pude desabrocharme el cortavientos, hecho que creo que me salvó de un hipotérmico abandono. Las escenas en los avituallamientos eran un tanto inquietantes –honor a los vecinos del pueblo de Fuencaliente que aplaudían estoicos– y confirmaron mis sospechas: en la media maratón, 300 participantes o se bajaron a mitad (DNF) o directamente miraron al cielo y decidieron no ponerse el dorsal (DNS).
Al final, cruzar la meta siempre es una sensación difícil de describir. Mi gran amigo Santiago Pérez, que andaba por allí, me recordó "lo dura que es la montaña y lo insignificante que es el ser humano". Un cambio de ropa, un poco de azúcar, con permiso, y una mirada final de reojo hacia la cumbre de La Deseada, ya un poco más despejada… también de agradecimiento, "porque si ella no hubiera querido, no hubiera sido posible". Fue duro, pero también muy bonito.
DOMINANDO VOLCANES
A Peter Frano y Anne-Lise Rousset, los nuevos reyes de la XV edición de la Transvulcania, nos les afectaron las condiciones cambiantes. El corredor eslovaco, de 29 años, que ya había sido segundo en la prueba de maratón el año pasado, se impuso en la prueba reina de 73 kilómetros y 4.350m de desnivel que terminaba en Los Llanos de Aridane después de derrotar al italiano Andreas Reiterer, al que superó en el descenso de Tazacorte en los últimos kilómetros. Allí, en el puerto, a poco más de 5 kilómetros de la meta, Peter Frano lanzó un ataque en el inicio de la subida del asfalto y fue definitivo. Llegó a meta en 6:55:36 horas, con casi 3 minutos de ventaja sobre Reiterer, mientras el podio lo cerró el español Manu Anguita.
Por su parte, la francesa Anne-Lise Rousset, de 36 años, puso la guinda a su trayectoria con una victoria muy deseada en el año en el que se retira del deporte de alto nivel. Había sido segunda en 2016 y 2017, y esta vez dominó de principio a fin. Rousset mantuvo su buen ritmo para entrar en meta con un tiempo de 8:18:17 h y lograr su primer triunfo, con más de 17 minutos de ventaja sobre la rusa Ekaterina Mityaeva, que apenas sacó 27 segundos de margen a la italiana Martina Valmassoi. En maratón fueron Raúl Criado y María Teresa La Chica los que lograron un épico triunfo con récord de la prueba para el atleta sevillano; y Luca del Pero y Maude Mathys hicieron doblete, ya que después de ganar la subida vertical dos días antes, vencieron en la media también.
Joaquín Gasca es experto en deportes de competición, tecnología y motor. Hace un tiempo que colgó las botas de tacos para centrarse en el pádel y el running… cosas de la edad, se queja. Pero también se apunta a cualquier bombardeo que tenga que ver con poner su cuerpo al límite, sea al volante de un Aston Martin o yendo a la oficina en patinete.
Es muy del Atlético de Madrid, así que cuando futbolistas como Marcos Llorente o Álvaro Morata han protagonizado la portada de Men’s Health, allí estaba él para escribirlas. Acaba de correr su primer maratón para Runner’s World, y como pasa en este universo, ya está buscando el siguiente para bajar de las 3 horas. Si hay que testear cualquier tipo de pala de pádel, vehículo o reloj, no pone problema. Incluso zapatillas. Lo que haga falta en equipación deportiva.
Joaquín se graduó en periodismo por la USP-CEU en 2013, pero desde 2009, cuando entró en el periódico de la Universidad, ya comenzó a ejercer de “periodista” 360 en digital y papel. Los siguientes pasos de sus casi 15 años de carrera los dio haciendo cultura y deporte en la revista Shangay, hasta que entró en Hearst una semana antes del inicio de la pandemia en 2020. También es profesor de redes sociales y nuevas tecnologías en la Universitas Senioribvs CEU y forma parte del Innovation HUB de Hearst para investigar sobre nuevas tendencias.