- Una atleta universitaria corre los 400m bajo techo en 49,24 segundos y roza el récord del mundo de Femke Bol
- Sydney McLaughlin acerca la barrera imposible de los 50 segundos en los 400 metros vallas en París
- Johanna Duplantis sigue los pasos de su hermano Mondo y amplía un récord familiar impensable en la pértiga
Las finales de la liga universitaria americana (NCAA) están dejando registros memorables en el estadio de Eugene, sede del Mundial de 2022, en el estado de Oregón. Grandes atletas preparan sus candidaturas para el deporte profesional, otros luchan por mejorar sus condiciones antes de un año más en el deporte universitario y otros empiezan a borrar marcas históricas que les destacan como las mayores promesas del atletismo mundial.
Una de las grandes elegidas en estas finales de la NCAA es la canadiense Savannah Sutherland, vallista de la Universidad de Michigan, por la que compite desde 2021 y con la que había sido campeona en los 400 metros vallas en el verano de 2023. Después de un 2024 dominado por Jasmine Jones, Sutherland vuelve a asignarse el trono universitario con una carrera que le propulsa al top 10 histórico de la disciplina a los 21 años.
Zancada amplia (mide 1,75m) y un rítmica muy trabajada son las claves de una atleta que dio el salto al primer plano en la pasada campaña. Siempre ha dicho que su fuerte era el 400 liso, y que suele tener una ventaja entre las vallas si es capaz de igualarse en el paso de los obstáculos. En 2024, Savannah Sutherland se concentró en la cita olímpica y consiguió meterse en la final de 400 metros vallas de París, donde fue séptima, antes de también contribuir en el relevo largo de Canadá en su primera aparición oficial en la prueba.
Su campaña universitaria en 2025 se cierra con un registro inolvidable. Sutherland arrasó en la final de los 400 metros vallas y paró el cronómetro en 52 segundos y 46 centésimas, un nuevo récord nacional de Canadá. Esta marca es también el nuevo récord universitario, dejando atrás los 52,75 de la ahora plusmarquista mundial Sydney McLaughlin-Levrone. Savannah Sutherland se coloca novena en la lista histórica de los 400m vallas a los 21 años.
"Crecí viendo y admirando a Sydney McLaughlin-Levrone. De hecho, la conocí el año pasado en la final olímpica, así que es un poco un círculo que se cierra para mí", explica Sutherland a la prensa. "Sabía que estaba en forma y podía hacerlo, tan solo tenía que conseguir completar una carrera completa sin ningún miedo. Un 400m con obstáculos puede ser muy complicado, pero en este me ha salido todo muy limpio".
Después de conseguir su segundo título universitario al aire libre, Savannah Sutherland mira al Mundial de Tokio, que espera para repartir sus medallas en el mes de septiembre. "Es dentro de tres meses, parece casi una temporada nueva para prepararme. Ahora a descansar y empezar la preparación", explica la atleta canadiense que cumplirá 22 años justo antes de Tokio. Sutherland sonrió cuando se le preguntó sobre sus posibilidades de entrar en el podio: "No quiero acelerar las cosas, pero no me gusta ponerme ningún límite. Es emocionante".
Los 52,46s de Savannah Sutherland colocan a la canadiense como la tercera atleta más rápida del año, tan solo por detrás de los 52,07s de Sydney McLaughlin-Levrone e igualada con la neerlandesa Femke Bol. Tras ellas, las dos claras favoritas para los dos primeros puestos, Sutherland propone una gran candidatura para el podio mundialista en Tokio.
"Si me hubieras dicho que estaría aquí hace tres años, te hubiera llamado loco. La clave ha sido confiar en mi equipo y en mis entrenadores, y eso es lo que seguiré haciendo", reflexiona Sutherland. Su proyección asusta, pero las dos vallas más complicadas de su carrera serán las dos atletas más capaces de la historia de la disciplina. Femke Bol y Sydney McLaughlin son un muro muy complicado de atravesar. Sutherland afronta su progresión sin miedo, camino al atletismo profesional como campeona universitaria en Michigan y finalista olímpica con los colores de Canadá.
Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.
Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura. Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.
Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.
Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.
Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.