El atletismo africano está conquistando la velocidad masculina a pasos agigantados. El campeón olímpico de 200 metros Letsile Tebogo lo plantea como uno de los grandes objetivos de su carrera: "Quiero cambiar la narrativa sobre África y cambiar la idea de la larga distancia. Demostrar que también podemos hacer velocidad". El verano de 2025 le da la razón, y ahora el apoyo del resto de atletas le acompaña para conseguir su sueño.

El sudafricano Akani Simbine fue el primer hombre en bajar de 10 segundos en 100 metros este año, cosa que ya ha hecho tres veces. El ghanés Abdul-Rasheed Saminu es el segundo hombre más rápido del mundo este año con 9,86s y el prometedor Bayanda Walaza ya ha roto también la barrera de los 10,00s. Tebogo aún está por llegar a la lucha en 2025, pero el camerunés Emmanuel Esseme (9,99s) y el ghanés Benjamin Azamati (9,98s) también han hecho su parte. África es una potencia, como el Caribe y Estados Unidos. El sueño del continente en la velocidad está cada vez más próximo.

La final de 200 metros de la NCAA ha sido un golpe sobre la mesa del talento africano frente a las mayores promesas de los Estados Unidos. Después de una lenta final de 100m en la que se coronó Jordan Anthony, aún indeciso entre atletismo y football, el doble hectómetro regaló a los aficionados uno de los grandes espectáculos de la historia de la velocidad universitaria. Tres hombres bajaron de 20 segundos en la lucha por el título.


La victoria en Eugene (Oregón) fue para Tapiwanashe Makarawu, de la Universidad de Kentucky, con una enorme marca de 19,84 segundos con un viento leve de 0,3m/s a favor. Voló por la calle exterior y aguantó mejor que nadie la caída de la velocidad para reivindicar el talento de su país de nacimiento, Zimbabue, con la tercera mejor marca del año, solo detrás de Kenny Bednarek (igualado, 19,84) y el también universitario Mccallum T'Mars (19,83).

La victoria de Zimbabue no terminó con el título universitario de 'Carli' Makarawu, gracias a la fuerza con la que acabó el atleta de la calle 6, su compatriota, el gigante Makanakaishe Charamba, de la Universidad de Auburn. El zimbabuense logró remontar una curva floja para conseguir el segundo puesto en 19,92 segundos. Doblete zimbabuense en la final de la NCAA americana. El estadounidense Garrett Kaalund (USC) fue tercero con 19,96s.

makanakaishe charamba carli makarawu
Scott Taetsch//Getty Images

Esta es la segunda vez este año que Zimbabue y estos dos atletas consiguen el doblete en el campeonato de la NCAA, pues el resultado en la campaña bajo techo fue idéntico. Makarawu ganó aquella carrera con un récord de Zimbabue impresionante de 20,13 segundos, igualado como la séptima mejor marca de la historia en pista corta. El récord pertenece a África gracias al namibio Frankie Fredericks, el mejor velocista de la historia del continente con permiso del oro olímpico de Tebogo.

No es puntual esta invasión africana en la velocidad universitaria de Estados Unidos. Hace tres años, el liberiano Joseph Fahnbulleh fue campeón de 100 y 200 metros al aire libre antes de dar el salto al atletismo senior profesional, donde ya ha sido finalista olímpico en el doble hectómetro y cuarto en el mundial de 2022 en la misma especialidad.

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 Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.

Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura.  Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.

Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.

Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.

Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.