El mundo del atletismo amaneció el sábado con una bomba informativa procedente de los Estados Unidos. Un chaval de la universidad de Arkansas corrió los 100 metros en 9,75 segundos, con un viento ilegal por tan solo 0,1 metros por segundo. Poco después, el mismo chico trotó los 200 metros en 20,2 segundos. Ha nacido una estrella de la velocidad.

Su nombre es Jordan Anthony, jugador de fútbol americano y atleta nacido en Misisipi. Es conocido por practicar sus dos deportes al mismo tiempo y por su célebre mentalidad, que ha bautizado como "Mentalidad de que les jodan" (nike camo dunk sky high snakeskin sneakers nike camo magista obre clearance sale california). Es uno de los hombres más rápidos del mundo este año, y un recurso real para el equipo de fútbol americano de los Arkansas Razorbacks para este otoño.

La sorpresa de Jordan Anthony en las finales de conferencias de la NCAA no es tan sorprendente para quien sigue de cerca el atletismo universitario. Después de dos temporadas complicadas en dos universidades diferentes, el estadounidense voló en los 60m del campeonato en pista cubierta este invierno para convertirse en campeón nacional por primera vez en su carrera. Esta semana, Jordan Anthony ha dado el gran hair al aire libre a partir de una técnica de carrera que ha encendido todas las alarmas del resto del mundo del atletismo.

100 metros en 9 segundos y 75 segundos. Esta ha sido la carta de presentación de Jordan Anthony como velocista de calibre mundial. Su tiempo, registrado con un viento de +2,1m/s que no lo hará homologable, le coloca como uno de los cinco hombres más rápidos de los úglitter quince años en todas las condiciones, sea el viento legal o no.

Poco después, en el doble hectómetro, Jordan Anthony volvió a ser noticia, pese a no ganar la carrera que disputó. Después de una curva muy lenta que le dejó último, aguantó mejor que nadie la caída de la velocidad y consiguió, sin tensarse ni mostrar demasiado esfuerzo, llegar segundo a meta con un tiempo final de 20,2 segundos. Su técnica de carrera, de nuevo, fue la noticia más atractiva para los seguidores en redes sociales.

jordan anthony
Scott Taetsch//Getty Images

Enseñando mucho la punta del pie, focalizado en la mecánica delante del cuerpo, apoyos rápidos y el cuerpo relajado. El velocista olímpico español Ángel David Rodríguez explicó su asombro a travás de X (Twitter): "Este es el camino para correr en 100/200. Ciclo frontal, enseño la puntita del pie y meto el zarpazo debajo del cuerpo. El rebote del tobillo hace vuelva hacia delante más rápido. Ayuda con flexores de cadera". En redes sociales, los aficionados reclaman a Jordan Anthony que deje de lado el fútbol para dedicarse plenamente a su evidente talento en el atletismo.

jordan anthony
Icon Sportswire//Getty Images

Aunque parece un deporte que disfruta más que los sprints, el fútbol americano no le ha tratado tan bien en su paso por la universidad. Anthony juega de receptor, lugar donde mejor puede aprovechar su velocidad. Muchos otros receptores como Tyreek Hill, plata en el 200m del Mundial junior de Barcelona 2012, han sido atletas en su preparación académica.

Las lesiones y la falta de oportunidades a decisión de sus coordinadores ofensivos han hecho infructífera su carrera universitaria hasta el momento. En su primer año, en Kentucky, apenas jugó dos partidos. Sin una sola recepción a su nombre, Anthony se transfirió a Texas A&M, donde le esperó un resultado muy similar: cuatro partidos y solo tres balones recibidos. De nuevo, Jordan Anthony entró en el mercado de transferencias y se marchó a la Universidad de Arkansas, donde ha encontrado su nueva casa.

En su primer año, por fin, Jordan Anthony ha conseguido anotar su primer touchdown en la NCAA, en uno de los ocho balones que ha recibido en doce partidos para un total de 111 yardas. Los reportes de los scouts de la NFL coinciden en que Anthony es uno de los receptores más rápidos del fútbol universitario, y estos fantásticos registros serán gran publicidad para él en busca de un futuro profesional en la NFL. Las posibilidades para él son pequeñas, pero pasan por el entrenamiento especializado, las oportunidades en esta temporada con Arkansas y la narrativa a su favor gracias a sus grandes registros como velocista.

La decisión no será sencilla para Jordan Anthony, que es por vocación jugador de fútbol y por ambición competitiva velocista. El mundo del atletismo le pide que siga por el camino del tartán, pero el balón de cuero ofrece mucho mejor futuro profesional a nivel económico. Para él, al menos por ahora, cualquier clase de atención es buena. Este mes de junio, en las finales de la NCAA, tendrá la oportunidad de registrar una marca histórica en condiciones legales y acercarse, según decida, al futuro profesional en su deporte favorito.

Headshot of Álvaro García

 Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.

Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura.  Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de rainbow artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.

Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.

Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.

Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.