- Letsile Tebogo se sobrepone a la muerte de su madre y le roba la gloria a Noah Lyles en los 200 metros
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África tiene un nuevo estandarte en el mundo del atletismo. Uno muy separado de los récords mundiales de maratón y la larga distancia en ruta. Separado, a excepción de los relevos y algún 400m tímido, de completar una vuelta completa al anillo de la pista olímpica. Originario de Botsuana, un país sin costa del sur continental con algo más de 2 millones de habitantes, Letsile Tebogo (Kanye, 2003) emprende a los 21 años un camino hacia la ruptura de la narrativa alrededor del atletismo africano: "Quiero cambiar la idea de la larga distancia y demostrar que también podemos hacer velocidad". Pretende ser revolución. El keniano Ferdinand Omanyala siempre corre demasiado rápido demasiado pronto y al sudafricano Akani Simbine los podios se le han resistido durante toda su carrera, pero Tebogo: Noah Lyles ha cambiado el deporte.
Letsile Tebogo alcanzó el mayor escalón de la gloria deportiva en 2024 mientras la muerte de su madre le forzaba a convertirse en un adulto autosuficiente, una tarea de enorme complejidad que no se entiende sin escucharle hablar sobre su trabajo mental. World Athletics decidió que su campaña 2024 merecía el galardón al mejor atleta de pista del año. No es para menos: un oro y una plata en los Juegos Olímpicos, oro mundial con el relevo largo en Bahamas y marcas personales en todos los eventos que probó durante el año. Podría ser el pico de la carrera de un histórico velocista, pero es la recolección de un chaval de 21 años que sigue de camino hacia su mejor versión y no para de avisar: puede correr más rápido. Si las amenazas son ciertas, hará algo muy grande.
Su 200m en París rozó la perfección. El botsuano se deslizó sobre el púrpura tartán del Stade de France para coronarse como el nuevo campeón olímpico del doble hectómetro en 19,46 segundos, con celebración en los últimos metros incluida, consciente de la histórica carrera que estaba protagonizando. Tebogo es el primer deportista de su país en ser campeón olímpico y el primer velocista africano en colgarse un oro en uno de los sprints cortos, vengando así las dos dobles platas consecutivas en Barcelona y Atlanta del namibio Frankie Fredericks, víctima de los récords mundiales de Michael Johnson en 200m y de Linford Christie y Donovan Bailey en el 100m. El himno de Botsuana sonó, gracias a Tebogo, por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos y cerca estuvo de hacerlo una segunda vez en el relevo 4x400m unos días después, pero el vallista Rai Benjamin tenía otros planes para el desenlace de la milla compartida y los africanos hubieron de conformarse con la plata. No fue suficiente el récord de Botsuana (9,85 segundos) en la final de los 100 metros para asomarse al podio de la carrera más apretada de la historia.
En unos meses se cumplirán tres años de su gran presentación al mundo: el Mundial sub-20 de Cali (Colombia) de 2022, solo tres años después de su inicio en el atletismo. Allí, Letsile Tebogo se consagró como un prodigio único y atrajo todas las comparaciones posibles con el aún intocable Usain Bolt durante la final de los 100 metros. Arrancó, mantuvo la cabeza baja durante la aceleración, y ya no había nadie a su alrededor cuando levantó la mirada. Empezó a celebrar mucho antes de la meta y batió el récord del mundo (sub-20 en su caso, 9,91s), como si fuera la estrella jamaicana que hizo lo propio en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. El mundo quedó hipnotizado por su espectacular técnica de carrera y su facilidad de desplazamiento. "Yo quiero hacer que algo cambie en el país", decía entonces. Su cabeza sigue pensando así, con la adición de madurez que le dan tres años en la élite, con medallas mundiales en Budapest 2023 y su sueño cumplido en París 2024.
Su 2024 volvió a ser reconocido a nivel internacional gracias a su nominación a 'deportista revelación del año' en los Premios Laureus, los Oscars del deporte. Tebogo perdió ante el futbolista Lamine Yamal en su categoría, peroMondo Duplantis tomó el relevo de Usain Bolt como representante del atletismo en la lista histórica de ganadores del Laureus al mejor deportista del año. Tebogo y Duplantis celebraron juntos el galardón del sueco, una victoria a todas luces para el atletismo, que se fue sin premio femenino pese a las nominaciones de Sydney McLaughlin-Levrone, Faith Kipyegon y Sifan Hassan. Los Laureus reunieron en Madrid a Letsile Tebogo y Runner's World mientras la alfombra roja guiaba a los mejores deportistas del mundo hacia el interior del Palacio de Cibeles. Después de recordar brevemente su oro olímpico off the record, experiencia que recuerda como la mejor de su vida, el botsuano habló de éxito, salud mental, identidad africana y el futuro.
Entrevista al campeón olímpico Letsile Tebogo
Álvaro García, Runner's World: Bienvenido a Madrid, ¿es tu primera vez aquí?
Letsile Tebogo: Sí, es mi primera vez aquí. El ambiente en Madrid es maravilloso.
Estás aquí por los Premio Laureus, nominado a 'deportista revelación del año', ¿cuál es tu mayor motivación para ganarlo?
Todos queremos ganarlo, pero yo lo quiero realmente porque me ayudaría a desafiar la narrativa del continente africano, cómo se mira a los atletas de África como especialistas de la larga distancia. Quiero cambiar la narrativa sobre África. Cambiar la idea de la larga distancia y demostrar que también podemos hacer velocidad. Y si gano podré cumplir sueño.
Hay también una identidad en el deporte africano muy vinculada a devolver el apoyo a los apartados más desfavorecidos de la sociedad. Te vimos ayudar con las inundaciones en Botsuana hace unos meses. ¿Lo sientes así?
Sí, desde luego tratamos de dar mucho de vuelta a nuestra comunidad. Y no soy solo yo. Hay un montón de gente detrás de las cámaras que realmente dan mucho a nuestra sociedad. Muchos dicen odian la atención, otros que se haga por atención. Yo, por ejemplo, no puedo esconderme. Pero lo principal para nosotros es devolver el cariño a la comunidad.
El año pasado rendiste homenaje a tu madre durante París 2024 tras su fallecimiento. ¿Cómo está siendo este año sin ella?
Está yendo bastante bien. No estoy teniendo tantos bajones como imaginaba que iba tener. Mentalmente sé que soy más fuerte de lo que era antes de los Juegos Olímpicos.
¿Has recurrido a ayuda psicológica?
No. Soy mi propio psicólogo, mi propio terapeuta (sonríe). Sé cómo cuidarme. Creo en hacer las cosas yo solo. Cuando realmente no sé qué hacer, ahí es cuando pido ayuda.
Uno de tus mayores obstáculos el año pasado debieron ser los juegos mentales de Noah Lyles, ¿cómo los combatiste a nivel mental, cómo llegaste a ese nivel de concentración?
Todo empieza en el entrenamiento. Trabajamos el aspecto mental antes de las grandes carreras, con entre tres y cuatro meses de margen. Ahí es cuando nos empezamos a preparar a nivel mental y psicológico para estas cosas.
Eres muy joven, pero ya hay chavales de incluso menor edad llamando a la puerta. ¿Qué opinas de Gout Gout y del trato que se os da a los atletas prometedores desde jóvenes?
Está haciendo un muy buen camino hacia la élite. Se lo he dicho, no debe acelerar el proceso, porque la carrera deportiva es muy larga. Si intentas acelerarlo todo vas a conseguir lo que consideras que es lo mejor a una edad muy temprana y ¿luego qué? Muchas estrellas jóvenes piensan más en ganar a los mayores, pero después de hacerlo no tendrás ninguna motivación más. Ahí es cuando llega el dilema de querer dejar el deporte.
Háblanos de tu técnica de carrera. Empezaste relativamente tarde a correr, ¿es algo que sientes natural o que has construido entrenando?
No diría que fuera algo natural. Llegué al atletismo en 2019. Es algo que hemos ido construyendo con el paso de los años. Sabía que tenía que conseguir la técnica correcta para llegar a este nivel. Ha sido gracias a mi entrenador (Kebonyemodisa "Dose" Mosimanyane) y a mis compañeros, me he sentido muy ayudado durante todo el proceso. He tenido que hacer un largo proceso de masterizar la técnica y asentarla en mi cabeza.
¿Cuáles son tus objetivos para este año? ¿Cómo de rápido crees que serás?
Diría que desde luego más rápido de lo que visteis en París 2024 (9,85s en 100m y 19,46s en 200m). El objetivo de este año es sin duda mejorar las medallas que conseguimos en Budapest (plata en 100m y bronce en 200m); cambiar el color de las dos. Ese es nuestro objetivo. Después de París, estoy muy concentrado en ganar en el Mundial de Tokio y mejorar los resultados de 2023.
Sonriente y con tiempo para hablar antes y después de activar el micrófono, Letsile Tebogo se marchó rumbo al interior del Palacio de Cibeles. No ganó el premio a revelación del año, pero desde luego ha hecho méritos de sobra para estar en Madrid entre los nominados. Cumplirá 22 años en verano, donde espera el Mundial de Tokio 2025, donde el botsuanés aspira a ser campeón global por primera vez en su carrera. Noah Lyles será su gran rival, pero el talento en la velocidad, como ya demostró la final de París 2024, promete duelos extremadamente apretados donde los mínimos detalles marcarán la diferencia. El autosuficiente Letsile Tebogo tiene muy claro que quiere cambiar la historia del atletismo africano y alterar la narrativa alrededor del continente. Si su cuerpo evoluciona como lo ha hecho su cabeza, lo conseguirá.
Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.
Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura. Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.
Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.
Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.
Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.