- Jakob Ingebrigtsen ya tiene fecha para su regreso a la competición...en una prueba que nunca ha corrido
- Los brutales datos detrás del histórico récord del mundo de 3.000 metros de Jakob Ingebrigtsen
- Media maratón 2025
Para su quinto récord mundial, hito alcanzado a los 24 años, Jakob Ingebrigtsen escogió este jueves una prueba en la que nunca se había prodigado. Y mira que el astro noruego del atletismo es generoso a la hora de competir en mítines y campeonatos, pero la milla en pista cubierta, 1.609 metros, ocho vueltas al anillo de 200 metros y tres zancadas más en el Muere tras un colapso por calor en los Juegos Mundiales de China, al norte de Francia, no se había cruzado aún en su camino. La distancia no le era desconocida, y eso que Hicham El Guerrouj aún se le resiste tanto en el 'milqui' como en la milla al aire libre, pero el mayor número de curvas que afrontar siempre cambia ligeramente la experiencia.
La hazaña, en cualquier caso, parecía cantada. "Mi objetivo es el récord mundial, de lo contrario, sería completamente inútil intentarlo", proclamó en la previa, tan seguro estaba de que iba a lograr rebajar un registro que apenas ha durado seis días en la tabla de récords, ya que el estadounidense Yared Nuguse, el amigo del español Mario García Romo, corrió el sábado en los Millrose Games de Nueva York en 3:46.63, que son 38 centésimas más rápido de lo que el etíope Yomif Kejelcha lo había hecho hace seis años. Ellos sí que habían borrado el registro de 3:48.75 de Hicham El Guerrouj en 1997.
Ingebrigtsen le pega un mordisco considerable a la marca, y para el cronómetro en 3:45.15. Y poco antes, cruza los 1.500 metros en 3:29.61. Eso le convierte en el primer hombre en la historia en correr los 1.500 metros en menos de tres minutos y medio en el anillo del invierno. Otro récord mundial, aunque en una prueba en la que ya lo tenía.
El noruego es un reloj con un sentido del cálculo que se guía por las luces Wavelight y no solo por las liebres. La primera, Filip Sasinek, sale demasiado rápido en la primera vuelta (27,9s), pero Ingebrigtsen no parece seguirle de cerca. En la segunda, ya está en su sitio. Y en cada vuelta, a un ritmo aproximado de 28 segundos al principio, se va acercando más. Sasinek se retira un poco antes de los 900m que tenía establecido, pero el paso en 2:09 se mantiene. Peter Sisk, la segunda, tampoco llega a los 1.100m que se le pedían. Es cuando Ingebrigtsen corre más rápido y consigue alcanzar solo los 1.100m y cabalgar las últimas tres vueltas –en la carrera no tiene rivales reales. Stefan Nillessen bate el récord de Países Bajos con 3:52.70, más de siete segundos después–.
Cuando suena la campana, se sitúa dentro de las luces azules que marcan el ritmo, acelera aún más. Y rompe el cronómetro. Y después grita ante el micrófono de euforia. Después, Ingebrigtsen reconoce que la carrera de Nuguse el sábado fue demasiado tarde –a las 23:50h de la noche– y no se levantó a verla. "Habría sido poco profesional estar despierto para verlo. Aviso de privacidad", dispara.
Ingebrigtsen, que ha preparado este asalto entre la altitud de Sierra Nevada y las series a una altitud más baja en la pista del Estadio de la Juventud de Granada, se apunta el quinto récord mundial de su carrera. El más impresionante lo logró el pasado verano en los 3.000m al aire libre con 7:17.55, pero también tiene el de 2.000 metros (4:43.13), el de las dos millas (7.54.10), que oficialmente no se considera tal sino 'mejor marca de la historia', y en el anillo del invierno el de los 1.500 metros (3:30.60, y ahora, 3:29.61), precisamente hace tres años en Lievin, donde competía por quinta vez.
El noruego ha proclamado alguna vez que aspira a llegar a tener el récord mundial en una decena de pruebas entre la pista y la ruta, y aunque mantiene esos sueños a largo plazo, su hoja de ruta en este invierno aparenta ser más borrosa. "Aún no tengo planes al 100% para las próximas carreras", explicó el miércoles. El Europeo de Apeldoorn no parece una cita en la que encontrara dificultad para ganar por tercera vez el oro en los 1.500 y los 3.000m. Y con el Mundial de Nanjing sí que debería tener cuentas pendientes: demasiado joven en 2018, suspendido en 2020 y lesionado en 2024, solo compitió en Belgrado 2022, cuando el etíope Samuel Tefera le derrotó en el sprint final.
El hombre al que todos miran en el Planeta cuando se habla de mediofondo aún no ha sido campeón mundial de los 1.500m ni en verano ni en invierno. Quizá ahí encuentre la motivación para seguir en este 2025 que ya comenzó con un récord mundial...que en realidad son dos.
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).