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La NBA quedó con la boca abierta al ver el enorme espectáculo que trajo a su partido de los famosos el campeón olímpico de salto de altura Gianmarco Tamberi. El italiano, que ha hablado en múltiples ocasiones de su amor por el baloncesto, jugó en los All-Stars de 2022 y 2024 y demostró lo mucho que salta un olímpico en comparación con la persona promedio. Quizá por lo logrado por Tamberi le llegó una invitación al estadounidense Shelby McEwen para competir este año.
Shelby McEwen no vivió el mejor de los desenlaces en París 2024. Después de empatar a todo con el neozelandés Hamish Kerr en la final olímpica, rechazó compartir el oro con él. En el desempate, la manzana cayó del lado del oceánico. McEwen, que prefirió competir a ganar un oro olímpico compartido y perdió, al menos ganó en repercusión parte de lo que perdió al ser relegado a la plata. El fin de semana del All-Star en San Francisco le recibió con los brazos abiertos, así como a la campeona olímpica de 100 metros vallas Masai Russell, una de las grandes sorpresas de París.
Para quien conociera la historia de Shelby McEwen, su fantástico desempeño en este partido no debió ser en absoluto sorprendente. Jugó al baloncesto en el instituto y en la universidad y siempre destacó por su asombroso salto vertical que le eleva ahora por encima de los 2 metros y 30 centímetros en su carrera como atleta profesional (2,36m marca personal). Zurdo de mano, con intensidad para luchar cada pelota y muchas ganas de dar show al público, McEwen dominó el partido de los famosos en el All-Star de la NBA y se llevó a casa una colección de mates inolvidables.
Saltando desde muy lejos, desde cerca y haciendo un molinillo... las redes sociales explotaron al ver la capacidad de McEwen: "Debería estar en el concurso de mates", afirman varios usuarios. Lo cierto es que midiendo tan solo 1,90m machaca como los mejores especialistas en el mundo del baloncesto. Hace 11 años, en un concurso de mates organizado por la marca Jordan, Shelby McEwen se hizo viral al conseguir hacer un mate saltando desde la línea de tiros libres (4,57 metros de distancia) en la canasta de 3,05 metros. Lo hizo aún como jugador de instituto, ganó el prestigioso concurso celebrado en Las Vegas y ganó reputación como uno de los grandes saltadores del país.
Su carrera sí que se definió por saltar mucho, pero no sobre el parqué de la NBA. El subcampeón olímpico sació sus ganas de alcanzar la NBA con 14 puntos en el partido de los famosos, solo dos lanzamientos fallados, un triple y varios tiros libres anotados. Su equipo, con Jerry Rice (leyenda de la NFL) y Khabi Lame (influencer de más de 100 millones de seguidores) al mando como entrenadores, perdió ante el dirigido por Barry Bonds (leyenda de la MLB). El premio al mejor jugador del partido fue para el actor Rome Flynn, que anotó 22 puntos y lideró al equipo Bonds a la victoria por 66 a 55.
Ganó el partido, por tanto, el equipo en el que estuvo la campeona olímpica de 100 metros vallas Masai Russell, que voló en París para hacerse con uno de los oros más exigentes de los Juegos. Sobre el parqué, sin embargo, no tuvo tanto éxito. Falló los tres lanzamientos que intentó y se tuvo que ir a casa con cero puntos en su cuenta personal. Eso sí, al igual que en la cita olímpica, se fue con la victoria (y McEwen no).
El atletismo se llevó una gran dosis de visibilidad gracias a una especie de concurso de habilidades en el que se enfrentaron los dos atletas olímpicos presentes. El circuito consisitía en recorrer un largo de la cancha superando vallas, saltar en vertical para tocar un objetivo, volver a correr un largo de la cancha (sin vallas) y anotar una bandeja y un tiro. Masai Russell y Shelby McEwen se enfrentaron entre cuartos para conseguir una ventaja para su equipo: un tiro por valor de tres puntos desde dentro de la línea del triple.
En este circuito se vio a la perfección la capacidad atlética de cada uno. Shelby McEwen casi se sale del pabellón saltando hacia arriba y Masai Russell voló de un lado a otro de la pista sin ningún esfuerzo. Finalmente ganó McEwen al anotar a la tercera un tiro libre.
Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.
Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura. Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.
Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.
Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.
Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.
