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No son tiempos fáciles para el hombre más rápido de todos los tiempos. Usain Bolt atraviesa, en su país natal, Jamaica, una complicada etapa en la que lucha por recuperar más de 12 millones de dólares que le estafó una empresa fraudulenta que se hizo con más de 30 millones en total entre todas sus víctimas en la isla caribeña. En el proceso, que arrancó en 2022 y alcanzó el pico mediático el año pasado, una rara e insuficiente actuación del gobierno jamaicano, reportes falsos, muchos tweets y muy poca claridad sobre lo ocurrido.
La empresa en cuestión se llama SSL (Stocks and Securities Limited), y se trata de un negocio que ofrece a los clientes una gestión de su dinero para su inversión en acciones y diversas empresas con la promesa de ingresos pasivos a un riesgo bajo. Según explica la periodista económica jamaicana Kalilah Reynolds, los brokers de SSL solicitan un control parcial o total de las cuentas de sus clientes y, al hacer transacciones, se llevaban a sus cuentas personales una cantidad del dinero. Muchas víctimas firmaron el consentimiento para hacer a sus respectivos gestores co-dueños de sus cuentas, lo que facilitó aún más (y protege en parte a nivel legal) las transferencias sin consentimiento.
El nombre de Usain Bolt no aparece en la primera filtración de las denuncias a SSL, donde se conocieron sus métodos, pero ha denunciado a la empresa por la misma actividad fraudulenta. Los 2 mil millones de dólares jamaicanos (más de 12 millones de dólares estadounidenses) que ha perdido el cinco veces campeón olímpico son la punto del iceberg de los más de un problema a escala nacional en Jamaica. Pese a la intervención de la Comisión de Asuntos Financieros de Jamaica, ninguno de los afectados ha recibido ningún reembolso o compensación por lo robado.
Usain Bolt y su cuerpo de abogados no dejan de pronunciarse al respecto. La indignación de la estrella olímpica es total, tanto con los estafadores como con los altos cargos de su país: "Están haciendo dinero a costa del amor de la juventud por este país. Pero preguntaos si aman este país o se quieren a ellos mismos", afirma en una serie de varios tweets reivindicativos. En septiembre de este año, en el segundo aniversario desde la salida a la luz del escándalo, Usain Bolt desmintió también la información de que iba a recibir los casi 13 millones de euros que perdió: "Fake News", dijo, en un tweet muy elocuente.
"Simplemente está en shock y decepcionado por saber que ha perdido o no podrá recuperar el dinero que ha puesto en una institución de aquí, un país que ha puesto en el mapa", dice Linton Gordon, abogado de Bolt, a The Gleaner, medio jamaicano. "Solo queremos saber quién se llevó el dinero".
El equipo legal de Usain Bolt reclama a Jean-Ann Panton, la supuesta estafadora para SSL, una compensación por los daños de los 12,8 millones de dólares americanos robados o, alternativamente, los 6,2 millones invertidos en primer lugar. Panton es la única persona condenada por este escándalo hasta el momento. Enfrenta más de 21 cargos diferentes por falsificación, estafa y participar en transacciones que involucran propiedad criminal. Los avances están congelados, tal y como avisó en marzo el director de las acusaciones públicas, pues la investigación está a la espera de los informes del FSC jamaicano y otros agentes internacionales encargados de la supervisión y recolección de pruebas y testimonios. Sí parece que todo indica a que será posible el reembolso, al menos parcial, de los fondos robados a las más de 200 víctimas.
Usain Bolt sigue siendo dueño de los récords mundiales de 100 y 200 metros, aunque ya ha reconocido públicamente que siente que el del doble hectómetro es alcanzable, especialmente por el estadounidense Noah Lyles. Sufrió, además, una rotura en el tendón de Aquiles en un partido benéfico de fútbol hace unos meses. No es el año del hombre más rápido de todos los tiempos.
Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.
Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura. Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.
Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.
Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.
Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.