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Una vez más, una botella de agua se ha convertido en la protagonista de un maratón. Todos recordarán al 'aguador', el hombre de las botellas, que en 2022 pasó avituallamientos a Eliud Kipchoge durante la Maratón de Berlín y le ayudó así a batir el récord mundial de los 42 kilómetros que entonces estableció en 2 horas, 1 minuto y 9 segundos.
Esteban Prado, un atleta estadounidense de 24 años que corría su segunda maratón oficial, fue menos afortunado, ya que después de ganar la Maratón de Orange Country fue descalificado por coger una botella de agua de la mano de su padre durante la carrera. De nada valió su tiempo final de 2h24:54 porque, al llegar a la meta y celebrarlo, recibió la noticia de la descalificación.
Según los organizadores de la Maratón de Orange County, la conducta del atleta, que bebió fuera de un punto de avituallamiento oficial y, sobre todo, recibió la botella de una persona ajena a la carrera, Calendario carreras 2022.
Esa decisión hizo que la victoria recayera en el segundo clasificado, Jason Yango, segundo en meta, que terminó en un tiempo de 2h25:11. Prado sospecha que fue Yango el que se chivó a la organización de haber incumplido las normas porque cree que era el único que podía verle. "No hay premio económico ni nada. Si él quiere las felicitaciones por la primera plaza, si realmente las necesita, que las tenga. No saco nada de todo esto. Yo sé que gané", resumió su enfado, y explicó que además cuando llegaba a las estaciones de avituallamiento, los voluntarios no siempre estaban preparados.
De hecho, la regla exige a todos los participantes en una maratón estadounidense beber solo agua proveniente de estaciones de hidratación oficiales y prohíbe recibir asistencia de personal no autorizado y externo a la competencia.
No es la primera vez que en los Estados Unidos un atleta es descalificado por culpa de una botella ajena. En noviembre de 2023, durante la Maratón de Filadelfia, Ethan Hermann, a pesar de haber completado la carrera con un tiempo suficiente para competir en los trials olímpicos de EE. UU., tuvo que abandonar el sueño de competir en los Juegos Olímpicos de París 2024 porque su entrenador le dio una botella.
