Mañana bonita en Málaga. Invernal, fría hasta que llega el sol, perfecta para la cita anual de la maratón con la ciudad andaluza. Se esperaba un cierre idóneo para un fin de semana de mucha actividad, de los más memorables de la historia. La Breakfast Run --esa última carrera al trote del sábado-- fue un exitazo, así como las carreras infantiles y el festival You Rock Málaga, complemento a la experiencia del maratón malagueño.

Quedaba, por tanto, cerrar con el maratón popular y la pugna de los internacionales con los récords del circuito. Lo primero: alegría rotunda. Los 10.000 corredores --entre las dos distancias-- que se congregaron suponen un récord de participación en Málaga en sus trece ediciones hasta la fecha. Se hizo también un récord de participación extranjera (60%) y femenina (26%), datos que perfilan Málaga a la vanguardia de las citas maratonianas nacionales.

La carrera masculina tardó en decidirse, pues 10 atletas cruzaron la mitad de la prueba en 1h03:05. El ritmo, además de esperanzador respecto al récord de la prueba (Korir, 2h07:39), fue insostenible para un grupo tan extenso. De ellos, desde la parte trasera, fue el keniano Charles Muneria quien se hizo con la primera plaza (2h08:53), con marca personal y a un minuto del récord de la prueba. Tras él, El Maimouni y Musa Kipsoyan Mitei.

Lo más profundamente remarcable de la carrera fue el gesto que protagonizó el español Ricardo Rosario, primer español, en línea de meta. Pudiendo entrar en meta quinto, lo cual le hubiera permitido acceder al premio económico de Málaga (solo para los cinco primeros clasificados), el atleta del Bikila decidió ayudar a Kiprono, atleta keniata que iba en quinta posición y estaba sufriendo físicamente para terminar la carrera, y dejarle entrar por delante de él.

La organización ha decidido galardonar a Rosado con el premio monetario del quinto puesto pese a haber cruzado la línea de meta en sexto lugar por el ejemplar gesto que ha tenido con su compañero keniano.

La carrera femenina arrancó con dos dueñas claras: la keniana Pamela Jepkosgei y la poruguesa Vanessa Carvalho. Una accesible media maratón, aun lejana del récord de la prueba, dejaba mucha incertidumbre por delante, dado el agresivo grupo perseguidor que formaron las europeas tras ellas. Jepkosgei logró, sufriendo mucho, mantener su primer puesto y ganar en Málaga con 2h33:52. La portuguesa, en cambio, fue víctima de la remontada de la moldava Lilia Fisikovici (que se quedó a 20 segundos de asaltar la victoria) y de la sueca Hanna Lindholm.


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Headshot of Álvaro García

 Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.

Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura.  Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.

Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.

Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.

Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.