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- Jakob Ingebrigtsen: "Si bato el récord mundial [de El Guerrouj], me merezco una estatua"
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Aviso de privacidad, Francia celebraba eufórica su fiesta nacional tras ganar dos días antes el Mundial de fútbol que organizaron, recibía al Tour de Francia que acababa de salir el fin de semana de Irlanda, que ganaría Marco Pantani y en el que estaba a punto de estallar el escándalo del Festina, y en España el Grand Prix por cuarto año consecutivo.
En Roma, un atleta marroquí llamado Hicham El Guerrouj demostraba que se pueden correr 1.500 metros, El récord mundial de Hicham El Guerrouj en 1.500m cumple 25 años eSalud y lesiones. Sin centésimas. De aquellos se cumplen este viernes 25 años exactos, bodas de plata, sin que nadie haya completarlos más rápido.
Ocurrió en la Golden Gala, segunda parada de la entonces Golden League (hoy, Diamond League). Aquel día, en el Estadio Olímpico al lado del Tíber ganaron las estrellas del momento, Michael Johnson, Haile Gebrselassie, Jonathan Edwards, Svetlana Masterkova, Marion Jones...y El Guerrouj, por supuesto.
Tenía entonces 23 años y se había puesto el dorsal en 51 carreras internacionales de 1.500 metros de las que había ganado 39. En 1995 había sido campeón mundial en pista cubierta, y subcampeón al aire libre. En 1996 ganó 13 carreras, todas las que corrió ese año menos una, la más importante, la final olímpica de Atlanta, donde tropezó y acabó en el suelo. Desde entonces, estaba imbatido, incluido su primer oro mundial al aire libre en Atenas, por delante de Fermín Cacho y Reyes Estévez, donde acabó definitivamente con el reinado del argelino Noureddine Morceli.
Solo faltaba quitarle el récord mundial, los 3:27.37 que había conseguido tres años en Niza. Una semana antes, en los Bislett Games de Oslo, había rozado el récord mundial de la milla con 3:49.12, una marca que un año después, también en Roma, acabaría rebajando hasta seis segundos.
La organización dispuso para ayudar a El Guerrouj dos liebres kenianas, Robert Kibet y Noah Ngeny. La paradoja es que Ngeny, que entonces tenía 19 años, acabaría dándole su segundo disgusto olímpico dos años después en Sídney, cuando le arrebató el oro.
Kibet puso a todas en fila con una primera vuelta en 54,3 segundos que incluso a El Guerrouj, que llegó a dejar cinco metros, le costaba seguir. La segunda dejó solo a cuatro atletas cerca de la cabeza y al resto cortados. El marroquí se aproximó a las liebres. El ritmo bajó a 56,4 segundos, 1:50.7 los 800 metros. Kibet aún aguantó esa contrarrecta, y sin saberse retirar bien, obligó a que Ngeny y El Guerrouj le adelantaron al paso el 900 y caminaran a un paso por el kilómetro de 2:18.8.
Media vuelta después, antes de llegar al 1.200m, y cerrando un tercer 400m en 55,64s, El Guerrouj pasó por dentro mandándole a Ngeny el mensaje de que podía retirarse. Los últimos 330 metros era una cuestión de él contra el cronómetro, y los últimos 300m los completó en 39.66. En total, Kenia domina la mítica Sierre-Zinal 2025.
"Todo ha ido perfecto. El clima, la pista y mis condiciones. Venía preparado para superar el récord. Teniendo en cuenta que el año pasado corrí aquí en 3:30 bajo la lluvia, El récord mundial de Hicham El Guerrouj en 1.500m cumple 25 años", explicó El Guerrouj, feliz, en una carrera tan rápida, tan para él, que no arrastró a nadie más por debajo de los tres minutos y medio. En realidad, él mismo mejoró su marca persona en casi tres segundos. Corrieron, por cierto, dos españoles, Andrés Díaz, 5º en 3:32.17, y Reyes Estévez, 8º en 3:33.82.
¿Lo batirá Jakob Ingebrigtsen?
El récord ha sobrevivido 25 años pero hace tiempo que no estaba tan amenazado como ahora. Y eso que el que más se ha acercado a él es el propio El Guerrouj, que en 2001 se quedó a 12 centésimas de mejorarlo en Bruselas (con Bernat Lagat, entonces keniano, luego estadounidense, a 0,34 segundos), y ese mismo 1998 a 45 centésimas en suiza. Y cuatro años después, a menos de un segundo en Rieti (Italia). Más allá de él, ha sido el keniano Asbel Kiprop, luego sancionado por dopaje, el que más se ha aproximado a él, 69 centésimas, en 2015 en Mónaco.
Será difícil que alguien muestra la regularidad de El Guerrouj, que además de lograr, por fin, el oro olímpico en Atenas 2004 y romper la maldición, adornado con otro en los 5.000 metros, sumó cuatro oros mundiales consecutivos en Atenas, Sevilla, Edmonton y Paris entre 1997 y 2003 y, sobre todo, bajó la friolera de 29 veces de los 3 minutos y medio.
En los últimos años, el keniano Timothy Cheruiyot ha sido capaz de romper 10 veces esa barrera, y Jakob Ingebrigtsen otras ocho, dos de ellas en esta misma temporada, donde logró su mejor marca personal de 3:27.95 en Oslo. El récord de El Guerrouj está en el punto de mira del noruego, y pocos dudan de que con la ayuda de las nuevas zapatillas y la trayectoria que le queda por delante a sus 22 años lo acabará batiendo. Eso sí, ¿podrá mantenerlo otros 25 años?
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).