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MÚNICH (ALEMANIA). A las 23h se ha vaciado ya el Olympiastadion de Múnich, donde solo resuenan unos gritos. ‘¡Asier Martínez, lolololo!’. Son sus amigos de Pamplona, que se han desplazado hasta la ciudad alemana para acompañarlo. Saben que disfrutarán de su éxito, pocas cosas hay más seguras. Asier Martínez nunca falla. Tampoco en su primer Europeo al aire libre, donde siente el aliento hasta el final del vigente campeón, el “perro viejo”, como llama a Pascal Martinot-Lagarde, el atleta de 30 años que en su esplendor, allá por 2014, hasta bajó de 13 segundos en los 110 metros vallas, y pese a todo consigue alzar los brazos como campeón de Europa por una milésima y da a España la sexta medalla en el Europeo de Múnich en tres días.
Es la última final de la noche, y la más esperada, si atendemos a cómo la organización juega con las luces en el estadio y pincha el ‘Sympathy for the devil’ de los Rolling Stones. Los ocho vallistas salen como estrellas del rock, y Asier Martínez siente la presión. Hasta ahora, todos sus éxitos (4º en el Euroindoor de Torun y en el Mundial indoor de Belgrado, 6º en la final olímpica de Tokio, bronce hace unos días en el Mundial de Eugene) le habían encontrado de tapado. Ahora es el líder europeo del año, empatado con el galo Sasha Zhoya en 13,17s.
"Sin duda me sentía más presionado porque era uno de los favoritos y es difícil abstraerse de ello. En la final de Eugene era uno más, lo sentía como una serie más de un entrenamiento y aquí la presión era mucho mayor, todo era más tenso", cuenta después, y es necesaria su explicación porque no lo parece. En la final consigue la segunda salida más rápida (0,149s) y tira la primera, tercera y novena valla, y toca otras dos. Martinot-Lagarde hace una carrera bastante más pulcra técnicamente. Y aún así no le alcanza.
"Si te soy sincero, no sé qué ha pasado en la carrera, cómo ha ido, si he hecho buena o mala salida o final, solo sé que he entrado primero, supongo que ha ido bien porque he hecho marca personal", cuenta Martínez, que está tan fuerte que pese a todos los errores para el cronómetro en 13 segundos y 14 centésimas, la carrera más rápida de un vallista del continente en 2022.
En la grada, su victoria parece más o menos clara, pero las cámaras enfocan al francés. "Y lo he pasado mal, solo lo enfocaban a él, hasta que ya me han enfocado a mi y me he ido a celebrarlo con mi gente. Estaba mi madre, mis amigos, me he sentido como en casa, ha sido una experiencia preciosa", cuenta feliz el navarro, que ya sabía que si a alguien tenía que temer era a Martinot, su ídolo.
Asier Martínez gana a su ídolo
"Ganarle es lo más, sabía que iba a ser el gran rival, porque sabe cómo gestionar estos campeonatos", dice sobre el francés, que llegaba sin hacer una gran temporada (13,26s), sin entrar en la final mundial y que sale peor pero a mitad de prueba ya está encima, acosando a Martínez pero siempre un paso por detrás, una milésima al final que no consigue remontar porque Asier posee ese halo de campeón capaz de ganar también en finales apretados.
No falla, nunca falla. "Y fallaré, os lo aseguro que tarde o temprano fallaré, esto es atletismo, pero disfrutemos de este momento", advierte. El atleta de 22 años, discípulo del francés Francois Beoringyan, tiene una de esas cabezas privilegiadas que le han permitido competir siempre al máximo de sus posibilidades en cinco grandes campeonatos Calendario Maratones 2025.
Llopis, tercero de la historia española
Y todo empezó tras el confinamiento, con su título nacional en Getafe en septiembre de 2020. Hasta entonces mandaba su amigo Enrique Llopis, otro de la generación del 2000, que choca con Sasha Zhoya en la segunda valla, se desequilibra y termina 7º con 14,81s. "Me voy con un sabor de boca muy malo, podía estar entre los mejores y mira lo que ha pasado. Sabía que estaba para correr muy bien porque tras la lesión mi preparación ha ido retrasada, pero estas dos semanas me han venido muy bien".
Y Llopis, en realidad, sí ha corrido, y mucho en semifinales, que ya resultaron prometedoras. Martínez había ganado la primera con 13,25s, la mejor marca de todos, y se permitió frenar, mirarse y sonreir con el francés Just Kwaou-Mathey. Nadie pareció más fuerte. En la tercera, Llopis, que partía con la cuarta marca, acarició la perfección, aprovechó que el galo Aurel Manga y el polaco Damian Czykier, 4º en Eugene, trastabillaron y ganó rebajando 11 centésimas su marca personal hasta 13,30s Publicidad - Sigue leyendo debajo.
Tras el récord de España de Orlando Ortega de 13,04s, ya nadie en la historia de España es más rápido que los dos vallistas de la cosecha del 2000: 13,14s para Martínez y 13,30s para Llopis, por delante de nombres históricos como Jackson Quiñonez, Felipe Vivancos o Javier Moracho.
Mal día en el heptatlón para María Vicente
María Vicente, amiga de Asier Martínez, no sale tan contenta en el heptatlón, aunque no pierde la sonrisa porque tras su dura lesión de marzo ni siquiera se veía aquí. No llega al 100%, pero aún sueña con remontar dos posiciones este jueves y terminar entre las ocho mejores.
De las cuatro primeras pruebas, en dos ha estado notablemente mal, las vallas y sus 13,84s ("ahí al final he notado que me faltaban entrenos por arriba"), y los 200m, donde tenía la mejor marca de todas pero se queda a más de un segundo, con 24,18s ("ha sido un shock, corrí en 23,60s sola hace unos días en Anoeta y esperaba estar ahí, se me ha ido el taco, he forzado mucho y creo que he gripado desde el principio"). En la altura, 1,74m, y contenta de tener cerca 1,77m. En el peso, la única alegría, marca personal de 13,53m ("he sabido darle la vuelta a la competición, suelo hacer el primero malo y no salir de ahí").
Su amiga Claudia Conte ni siquiera puede agotar el tercer intento en el peso y se retira. "Estoy triste y decepcionada, pero el cuerpo manda y ha dicho que hasta aquí, lo he llevado al límite. Esta temporada he cumplido los objetivos con creces (6ª en Belgrado, 9ª en Eugene), pero me daba rabia no haber sacado la marca que tenía y no poder seguir compitiendo en un país donde se aprecia mucho esta prueba", reflexionó sobre el ambientazo del día anterior, cuando el estadio con 60.000 personas rugió para animar a Niklas Kaul.
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).