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Shalane Flanagan alcanzó este verano los 40 años y, dos después de retirarse, la atleta nacida en Boulder, Colorado (Estados Unidos) se dedica a las locuras. La que fuera subcampeona olímpica de 10.000 metros (Pekín 2008) y bronce mundial de cross (Punta Umbría 2011), luego pasó al maratón para ganar en Nueva York (2017).
Hace dos años, aparcó el profesionalismo para dedicarse a entrenar en el Nike’s Bowerman Track Club, pero sin dejar de correr. Este año se ha propuesto correr los seis Majors de maratón en el momento más difícil, con todos agolpados en unas pocas semanas de otoño, en lugar de repartidos entre marzo y noviembre. El reto era claro: seis maratones en 43 días y todos bajando de tres horas para una mujer que llegó a correr en 2014 en Berlín en 2h21:14, la cuarta estadounidense más rápida de la historia.
Como profesional, Flanagan nunca llegó a correr más de dos maratones al año, y siempre bien separados, por lo que el desafío suponía entrar en un terreno desconocido. La estadounidense empezó el pasado 26 de septiembre en Berlín corriendo en 2h:38:32 y entrando como la 17ª mujer. Una semana después, en Londres, mejoró hasta 2h35:04, 19ª con unos últimos dos kilómetros que se le hicieron durísimos y casi tuvo que completar andando, arrastrando un fuerte dolor de espalda.
Dos maratones en 24 horas
La parte más dura llegaba una semana después. Tenía que correr en Chicago y en Boston, dos ciudades separadas por casi 1.600 kilómetros, en apenas 24 horas. Para eso ensayó un mes antes: 32 kilómetros en llano un día y 34 en un recorrido montañoso al día siguiente y entre medias cambió los pañales de su hijo de 17 meses y trabajó en su jardín para cansarse lo equivalente al viaje, según contó a The New York Times. De ese disparate, ha salido indemne: 2h46:39 en el calor de Chicago (33ª) y 2h40:34 en Boston (2ª de los populares). El reto sigue en pie.
Con menos de una semana de descanso, el próximo domingo correrá cerca de su residencia en Portland el Maratón de Tokio de forma virtual y tendrá tres semanas de descanso hasta la carrera final, el Maratón de Nueva York el 7 de noviembre. La suspensión de la carrera tokiota le ha ahorrado un viaje que habría supuesto volver a Japón, donde estuvo en los Juegos Olímpicos como entrenadora, un trabajo que le ha impedido hacer la mejor preparación posible, pues las restricciones y su labor allí le impidieron correr más de 16 kilómetros al día.
Y todo esto, ¿por qué? "Sé que soy mejor persona si corro, pero necesitaba algo más que correr por correr".
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).