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Muere tras un colapso por calor en los Juegos Mundiales de China 123 a remontar, la primera prueba deportiva multidisciplinar en espacio público en Barcelona en la que además de la carrera a pie (5 km que coinciden con el último tramo de la maratón de Barcelona ’92), contaba con una prueba de natación en aguas abiertas (1.000 metros en la playa de la Nova Mar Bella), ciclismo (cronoescalada al castillo de Montjuïc) y una masterclass de spinning.
El Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Barcelona Deporte, y el Banco Santander han unido sus fuerzas para poder reanudar este domingo el calendario deportivo. Pero volver a una cierta normalidad en la práctica deportiva no era el único objetivo para este domingo cinco de julio: esta ha sido una carrera solidaria en la que los 15 euros de la inscripción se ha dedicado íntegramente al equipo de investigación de la Unidad Covid-19 del Hospital del Mar. El Dr. Robert Güerri que dirige el equipo ha recibido un cheque de 10.123 euros para apoyar su labor en la investigación frente a la Covid-19.
La seguridad era una prioridad, por eso la inscripción estaba limitada a 600 participantes. Además de tomar la temperatura, dar mascarillas y geles higienizantes al llegar a cada segmento para usar en los tiempos de espera, la organización apostó por el formato contrarreloj para todas las disciplinas, con una salida cada 30 segundos. Así, por fin, tenemos una carrera en la que compartimos el espacio físico, pero no todos al mismo tiempo, lo que hace posible mantener la distancia de seguridad.
Tú elegías la hora de salida de tu prueba, teniendo en cuenta que si competías en más de una disciplina (puedes incluso hacer las cuatro) tendrías que desplazarte a los puntos de salida de cada prueba. Se podía elegir la hora de salida entre las 8 y las 15 horas: al rellenar tu inscripción, aparecían las franjas horarias disponibles y tú solo tenías que marcar la que más te conviniera.
Como yo solo competía en carrera a pie, y estamos en julio, elegi la primera franja disponible lo más temprano posible, a las 8.40 h. Así me daba tiempo a ir a la 10 horas a la presentación oficial, en el Palau Sant Jordi, donde además del primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni y del concejal de Deportes, David Escudé, también hablarían el Dr. Robert Güerri, el director de patrocinios del Banco de Santander, Felipe Martín, y los embajadores de la prueba, Mireia Belmonte, Miguel Indurain y Martín Fiz. Belmonte al final no pudo acudir, pero sí lo hicieron Indurain y Fiz, héroes de aquellos tiempos olímpicos que hoy han demostrado que siguen en una forma física envidiable. Los atletas han lanzado un mensaje claro: “Juntos somos imparables” y han hecho un llamamiento al esfuerzo colectivo para intentar remontar la crisis.
Realmente a mí me preocupaba mucho cómo iban a hacer para mantener las medidas de seguridad, pero la verdad es que la organización fue perfecta: ibas al punto de salida (en el caso de la carrera a pie, el pabellón Mies van der Rohe) unos 20 minutos antes de la hora en que tenías programada la salida y allí, tras tomarte la temperatura, te daban la mascarilla, esperabas en fila en unas líneas marcadas a metro y medio, te daban la pulsera identificativa y el chip y salías a correr, justo 30 segundos después de que hubiera salido el que iba delante en tu fila. Para correr te podías quitar la mascarilla, pero lo mejor no era eso, sino que creo que es la primera vez en mi vida que en una carrera popular salgo sin tener a nadie por delante y nadie que me pise los talones.
Desde luego, así es fácil hacer marca, no tienes quien te frene, aunque por supuesto ese no ha sido mi caso. A mí estos 5k se me han hecho durillos, no por las pronunciadas cuestas, o por hallarnos en julio, sino porque aún no he recuperado la forma de antes del confinamiento. Pisé la meta, en ese gran recinto que es el Estadio Olímpico Lluís Companys, en un tiempo muy poco glorioso, aunque yo me he sentido genial. Mucho yoga, mucho ejercicio de fuerza, pero me falta velocidad. En fin, todo se andará. O se correrá. Solo quiero compartir la gran felicidad de haber podido volver a participar en una prueba en espacio público. La primera de muchas, espero. Esperamos.

Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.
Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.
En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.
En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.
Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.
Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.