David Rudisha es el hombre del siglo en los 800m. Ha ganado los dos últimos títulos olímpicos, el primero en Londres 2012 en una de las carreras más memorables de la historia del atletismo. En solitario, ejerció de liebre de sí mismo, fijó el récord mundial en 1:40.91 y arrastró a sus rivales hacia dos de las seis mejores marcas de la historia. En Río repitió victoria y, sin embargo, el keniano parece un recuerdo cada vez más lejano, casi un exatleta. La última vez que saltó a la pista fue el 4 de julio de 2017, cuando ganó en el Mitin de Székesfehérvár (Hungría).

El plusmarquista mundial notó un pinchazo en el glúteo cuando preparaba los últimos JJOO, un problema en el tendón que va pegado a uno de los huesos de la parte inferior de la pelvis y que, cuando creía curado, volvió a resurgir en 2017 y, se trasladó a su pierna derecha. El problema regresó en 2018, difícil de diagnosticar esta vez porque la exploración no lo detectaba. "Estiraba y tenía un dolor mínimo, pero cada vez que entrenaba y corría, empeoraba cada vez más", explica el propio Rudisha en un artículo que publica en el portal Spikes.

Al carrusel de lesiones se le ha unido un 2019 para olvidar: después de separarse de su mujer, en marzo murió su padre Daniel, subcampeón olímpico en 4x400m en México 68, al que estaba muy unido, y en agosto sufrió un tremendo accidente de tráfico al chocar contra un autobús del que salió ileso. "Eso cambia tu perspectiva. Deja una marca. Creo que es otra oportunidad en la vida y en cierto sentido es como me siento con respecto a mi carrera deportiva, ahora que veo algo de luz al final del túnel de las lesiones", escribe el keniano.

Reencontrar la motivación

Rudisha, que a final de este año cumplirá 31 años, no se quiso perder el Media maratón 2025, y en la que, esa tan rápida que ganó el estadounidense Donovan Brazier y en la que Adrián Ben fue 6º, sintió la adrenalina en su cuerpo. "Y tenía ganas de hablar con ellos, y decirles qué errores estaban cometiendo", explica. Una buena señal sobre su regreso, como la emoción que dice sentir al revisar su final de Londres 2012.

No es fácil sentirse motivado cuando se ha logrado casi todo. El mismo Rudisha lo reconoce. Y a veces, en medio de su infierno de los últimos años, se ha dejado llevar. Ha llegado a ganar 12 kilos, ha salido demasiado de fiesta, explica. "No es algo que debas hacer para ir por la buena senda, pero en periodos así, a veces necesitas un poco de destrucción para distraerte", admite abiertamente.

Eso parece ser el pasado. "Me siento otra vez de una pieza", promete el mejor ochocentista de nuestros tiempos, quizá el mejor de la historia. Y cierra con esperanza: "A pesar de todo lo que ha ocurrido en los tres últimos años, aún estoy en el camino. Daré lo mejor de mi para estar allí". Y allí es Tokio 2020, la lucha por su tercer oro olímpico.

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Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.

Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).

Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).