El Maratón de Sevilla verá realizada su 35 edición este próximo domingo y aprovecha para homenajear a uno de los grandes atletas españoles que hace 20 años se llevo el oro mundial en esta misma competición. Nosotros hemos querido hablar con él sobre cómo se ha reencontrado con la ciudad hispalense y aprovechamos para pedirle las claves con las que llegar a lo más alto en el mundo de la competición.

¿Cómo has vivido el reencuentro con la ciudad de Sevilla 20 años después de tu triunfo en el mundial?
Para mí es muy especial. He participado en otras ocasiones en este maratón pero evidentemente es muy bonito que te rindan homenaje. Yo digo que Sevilla es mi segunda ciudad, la primera Soria que es de donde soy, pero en la capital hispalense gané el campeonato del mundo, siendo mi segundo mi segundo campeonato del mundo, pues el primero lo gané en Atenas, siendo un maratoniano en casa, con 20.000 personas en la calle y el estadio de la Cartuja a rebosar, es lo más grande que le puede pasar a un deportista y eso me pasó a mí el 28 de agosto de 1999. Nunca lo olvidaré.

Además coincidirás en carrera con tu paisano Fermín Cacho, también campeón pero de los 1.500 metros.
Así es, Fermín ha querido compartir conmigo este homenaje y correr juntos. Él acaba de cumplir 50 años, quería correr al menos una maratón en su vida, y ha querido estrenarse conmigo en Sevilla. La verdad es que ha seguido como ha podido los entrenamientos durante 20 semanas porque llevaba mucho tiempo sin correr pero Fermín es duro y tiene mucha calidad.

¿En qué crees que ha cambiado el atletismo en larga distancia para que la hegemonía en este campo haya pasado de Europa a África?
En la época en la que triunfábamos en el maratón, La Armada Invencible llamaban a los españoles; los atletas africanos estaban haciendo otras distancias de 5.000 o 10.000, incluso cross. Eran buenos pero no los más cracks y sin embargo ahora ha cambiado el sistema. El maratón mueve mucho dinero y los atletas africanos, con 18 años, se pasan a esta modalidad sin haber pasado previamente por los 5.000 y 10.000. Han avanzado mucho en temas que no controlaban como la hidratación en carrera; antes corrían muy bien pero iban descuadrados. Yo en Sevilla corrí a 40 grados y eso lo llevábamos preparado con mucha hidratación los días previos a la carrera, pero ellos no y a los pocos kilómetros les daba un golpe de calor.

¿Cómo te preparabas mentalmente para seguir el ritmo cuando llegabas a un punto importante de fatiga?
Para mí la estrategia es lo más importante de una carrera. Desde la salida ya sabía quienes eran mis rivales, quien se podía escapar y a quien no podía perder de vista. Era raro que se me escaparan esos detalles así que yo lo que hacía era aprovechar mi energía y ahorrarla en la medida de lo posible para después dar el tirón. Porque en carrera todo se decide a partir del km 30. Es ahí donde hay que ir a por todas.

abel anton maraton de londres
Cortesía de Abel Antón
Abel Antón en la Maratón de Londres del 98.

Martín Fiz, Fermín Cacho y tú sois los precursores de la moda actual del running, ¿por qué crees que se ha apuntado tanta gente a esto de correr?
A mí me dicen "yo empecé a correr porque te vi ganar en Atenas..." Hoy en día es muy difícil que un atleta español o blanco gane el Maratón de Londres, de hecho solo lo he hecho yo. La gente se ha fijado en eso, en nosotros, y así se ha creado afición.

Las féminas han ganado terreno en ese sentido.
Correr es una buena manera de sentirse bien y eso lo queremos todos, tanto hombres como mujeres. En Estados Unidos ya te encuentras más de un 30% de chicas en maratones y estoy seguro de que en España también llegaremos a eso.

Desde que te retiraste de la competición, ¿hiciste un parón de actividad y luego lo retomaste como hobby?
Nunca he dejado de correr, soy una persona que necesita correr para sentirse bien. Lo que no hago es machacarme como antes; salgo con mis amigos pero ya no hago competiciones a mi edad.

Martín Fiz y tú siempre habéis tenido una rivalidad bastante grande e incluso hicisteis un documental sobre ese pique que os viene desde el Mundial de Atenas.
Éramos rivales desde los 13 años sin saberlo realmente. Martín destacaba más en cross y yo destacaba más en pista donde gané títulos. El momento duro fue en Atenas, nos encontramos y la competición hizo que estuvieramos una temporadita sin hablarnos. Fue una época mala pero poco a poco hemos ido limando asperezas. Yo después de Atenas gané la maratón de Londres, al año siguiente Sevilla y eso hizo que Martín se tranquilizara y se diera cuenta de que no le había ganado cualquiera, si no una persona preparada.

Desde niño corres pero, ¿tu salías de trabajar e ibas a correr?
Sí, compaginaba ambas cosas pero desde los 21 ya me dediqué de manera profesional al atletismo y me daba en cuerpo y alma a ser un atleta profesional.

¿Qué tiene que tener una persona para llegar a lo más alto de la competición?
Lo primero, nacer de un padre y una madre que genéticamente te dan ese don. Lo segundo, descubrirlo. Hay personas físicamente predispuestas pero que no saben de esas cualidades y no las explotan. Después, entrenar y ser disciplinado. En cuarta posición, cuidarse y borrar las fiestas de tu agenda si quieres destacar. La alimentación es importante pero sin llegar a obsesionar porque puede incluso hasta llegar a ser malo para la cabeza del deportista. Y lo más importante: tener cabeza. El 50% de la carrera es tener la mente fuerte.